martes, 16 de diciembre de 2008

RESULTADOS DEL EXAMEN FINAL DE MÉXICO I

ALUMNOS DEL GRUPO 326 QUE APROBARON EL
EXAMEN FINAL DE HISTORIA DE MÉXICO I.

1) Baéz Cortés Berenice 6
2) Equihua Linares Juan Pablo 7
3) Hernández Fuentes Juan Antonio Izkoatl 7
4) Machuca Pérez Cecilia Iveth 6

ALUMNOS DEL GRUPO 329 QUE APROBARON EL
EXAMEN FINAL DE HISTORIA DE MÉXICO I.

1. Becker Barrón P. Abraham 6
2. Cuevas Barrera Mónica Belén 6
3. Delgado Muñoz Francisco Daniel 7
4. García Hernández Edgar Uriel 7
5. Mendoza Mejia Antonia 7
6. Mendoza Sánchez Lucero 6
7. Morales Santillán María Fernanda 6
8. Recio Alvarez Rocío P- 8
9. Rojas Gallardo Mónica 6


ALUMNOS DEL GRUPO 334 QUE APROBARON EL
EXAMEN FINAL DE HISTORIA DE MÉXICO I.

1) Alvarez Roa Silvia Ivonne 6
2) Cruz Ventura Ana Karen 6
3) De Jesús García María Dolores 6
4) García Avalos Erika Mariana 6
5) Guzmán Navarro Miriam Irene 8
6) Ibarra Guerra Ma. Nely 8
7) Ordaz Ortíz Uriel Rodrigo 8
8) Patiño Omaña Luz Erendira 6
9) Torres Ramírez Ana Karen 6
10) Verdejo Rodríguez Elizabeth 8

Los alumnos que no aparecen en estas listas no aprobaron el examen.

martes, 18 de noviembre de 2008

La Reforma Liberal de 1855-1860 Humberto Domínguez Chávez y Rafael Alfonso Carrillo Aguilar Enero de 2008

La lectura está tomada del Paquete didáctico multimedia en DVD, Historia de México I, de Humberto Domínguez Chavez y Rafvaél Alfonso Carrillo Aguilar. Como podrán observar, después de cada tema se indican algunas referencias en las que se puede ampliar la información.

Introducción Al consumarse la independencia política del país haría falta todavía completar la emancipación social y económica de la gran mayoría sus habitantes. Quienes habían vivido en el virreinato al margen de ser considerados como parte integrante de la sociedad, con plenos derechos civiles, emprendieron la lucha por darle a la nación la forma de gobierno que consideraban necesaria. Al respecto, se multiplicaron las propuestas políticas; primero se enfrentarían monárquicos contra republicanos, luego centralistas contra federalistas, después conservadores y liberales y, por último, los republicanos enfrentarían las alternativas imperialistas, apoyadas por Francia y el Vaticano, para gobernar a la nación con un príncipe europeo. Los problemas económicos de la nueva nación En la primera mitad del siglo XIX se creyó firmemente que México era un país inmensamente rico; la idea fue difundida por diversos estudiosos encabezados por Alejandro von Humboldt; sin embargo, la guerra de independencia acabó con la prosperidad económica, real o ficticia, de la Nueva España. El abandono de las tierras de labranza y de las minas en producción, los viejos y nuevos obstáculos al desarrollo comercial y la descapitalización generada por la expulsión de los españoles, llevó al país a un rápido endeudamiento, con la paulatina dependencia del exterior. Escribano, litografía de Claudio Linati, 1828 http://www.bib.uia.mx/biblioteca_digital/doc/acervos/doc_hist_en_2003/doc_hist_en_2003_p_03.htmlDurante casi todo el siglo XIX el erario nacional estuvo exhausto, al no lograrse estabilidad política en casi medio siglo de vida independiente, con cambios de gobierno debido a programas políticos opuestos entre sí, sin que se tuviera la oportunidad de desarrollar ninguno de ellos; lo que agravó la situación de la nación hasta llegar, en 1861, al extremo de no poder pagar siquiera los intereses de la deuda externa. La crisis económica que vivió el país después de la Independencia, se atribuyó a la incapacidad de los mexicanos para organizar su gobierno y su economía. Placeros y rancheros, litografía de Moritz Rugendas, 1831-1834 http://www.memoriachilena.cl/mChilena01/temas/documento_detalle2.asp?id=MC0007355En 1855 la población se estimaba entre 7 y 8 millones de habitantes; únicamente seis estados -Guanajuato, Jalisco, México, Oaxaca, Puebla y Yucatán-, rebasaban el medio millón de habitantes, y el de México se acercaba al millón. Se estimaba que los extranjeros oscilaban entre 30 y 40 mil individuos, y la población económicamente activa se ha calculado en 2.96 millones de personas. Al mismo tiempo, subsistía la estructura social piramidal colonial: clero, milicia y terratenientes en la cúspide, que era sostenida por una masa de trabajadores del campo, las minas y los obrajes. La carencia de vías adecuadas de comunicación limitaba a la agricultura a un mercado regional, en donde los productos agrícolas más comunes eran maíz, frijol y chile, con cultivo de granos en Nuevo León e ixtle en San Luis Potosí, mientras que Yucatán producía algodón, tabaco, madera de tinte y henequén. El algodón procedía de Veracruz, Guerrero, Colima, Sinaloa y Coahuila. Un producto importante era el pulque, ya que en 1866, únicamente en la Ciudad de México, se consumieron 2 millones de arrobas.1 En cuanto a la industria, en vez de fábricas se tenían talleres artesanales, con los hilados de Guanajuato que contaban con maquinaria movida a mano, algunas por el impulso de caídas de agua y, sólo dos, a vapor. La producción ascendía en 1855 a 100 millones de pesos, con los textiles de 1
1 25 libras: 11.5 Kg.
algodón como el renglón más importante. La poca industria se encontraba en manos de extranjeros (ingleses, franceses y alemanes), cuya expansión se limitaba por una legislación atrasada y una tecnología poco actualizada. Exportaciones y capitales El comercio era la actividad que procuraría un progreso lento y la formación de capitales, convirtiéndose los comerciantes en la clase más adinerada del país, a pesar del pésimo transporte y la inseguridad de los caminos. Los recursos del Estado provenían de los impuestos y, como sólo la quinta parte de los propietarios los pagaba, el gobierno tenía que incrementar continuamente las tarifas aduanales, afectando el tráfico comercial. Había tres clases de aduanas: marítimas, fronterizas y las interiores; en 1850 las importaciones generaron derechos aduanales por un monto superior a los 81 millones de pesos, correspondiendo el 43% a derechos de productos de origen inglés; 16% provenientes de Francia; el 13% alemán y el 10% de procedencia norteamericana. De Francia venían vinos, encajes y telas, porcelanas, muebles y artículos personales de lujo; de Alemania relojes y bisutería;2 Maximiliano llegó a considerar los derechos aduanales en 10 millones de pesos anuales. El 90% de las exportaciones se remitía a Inglaterra, Estados Unidos y Francia, siendo el producto principal el peso de plata acuñado y los metales preciosos; que representaban, en 1856, el 80% del monto de las exportaciones; también se exportaba vainilla, cochinilla,3 tabaco en hojas, madera de tinte y trabajos de ebanistería; calculándose que, para 1856, México exportaba productos por un monto de 26 millones. Debido a la quiebra, el gobierno recurría a exigir préstamos forzosos, multiplicando la deuda interna; para 1851 ascendió a 53 millones, y la exterior a 76 millones. Esta forma de robo enmascarado fue practicada continuamente y, en la Guerra de Reforma, el general conservador Miguel Miramón confiscó bienes y asaltó la embajada británica. La usura fue una importante fuente de capitales, llegando a considerarse que un 24% de interés era moderado; el clero era el principal agiotista, que prestaba con un interés del 12 al 14%. Frente a un Estado pobre existía una Iglesia rica; en 1833 José María Luis Mora4 calculó que sus bienes ascendían a 179 millones de pesos, que bastarían para superar la bancarrota nacional. Con la Independencia la Iglesia había logrado su emancipación del Regio Patronato virreinal, además de que su participación política en ambos bandos enfrentados le permitió fortalecerse, siendo la única institución que estaba organizada en medio del caos nacional. Era claro que las carencias económicas empujaban a la crisis política, y ésta condicionaba el atraso económico. Los caudillos Al triunfo de la revolución de Independencia los caciques locales fortalecieron su autoridad y ampliaron su esfera de influencia política, en diversas zonas; su localismo e intereses los hizo ser partidarios del sistema federalista, convirtiéndose en un obstáculo para lograr una verdadera organización federal, al controlarlo todo en sus propias regiones, alimentando los conflictos entre centralistas y federalistas. El caudillo por excelencia, durante las primeras décadas de vida independiente, fue Antonio López de Santa Anna. Regidor, Claudio Linati, 1828 http://www.bib.uia.mx/biblioteca_digital/doc/acervos/doc_hist_en_2003/doc_hist_en_2003_p_05.htmlNo puede señalarse una ideología única en sus propuestas políticas, ya que representa el oportunismo al apoyar a federalistas y centralistas, según conviniera a sus intereses; sin embargo, debemos reconocer que en varias ocasiones se le ofreció el poder, por ambos bandos, mientras se encontraba autoexiliado en el extranjero. Durante la primera mitad del siglo XIX, y ante la falta de un gobierno organizado, se suscitaron constantes revueltas armadas, apareciendo en la escena política y social el caudillo militar, que incrementó su poder con las intervenciones extranjeras, lo que retardaría el establecimiento de instituciones democráticas modernas. Aprovechando la debilidad del sistema político imperante, los caciques locales fortalecieron su autoridad y ampliaron su esfera de influencia. Antonio López de Santa Anna que fue constantemente el árbitro en la contienda de los diferentes grupos políticos y, de todos sus pasos por el gobierno, llegó al final a gobernar sin Constitución alguna; durante su último gobierno aplicó a sus enemigos, de todas las gamas políticas, el destierro; prefiriendo la corrupción y la adulación como práctica política, más que el exterminio. 2 Objetos o materiales para el adorno hechos de materiales no preciosos, que imitan a la joyería. 3 Insecto de México y los países andinos que se cría en los nopales de los cuales se alimenta y de donde se extrae un tinte.
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4 Escritor y político federalista, opositor del Imperio de Agustín de Iturbide y uno de los primeros impulsores del Liberalismo mexicano; creador de la Dirección de la Instrucción Pública (1833-1834), como colaborador del Vicepresidente Valentín Gómez Farías.
Durante su última administración, en 1853, sus opositores unieron fuerzas contra su dictadura, entre ellos encontramos a los gobernadores liberales de Michoacán y Oaxaca, Melchor Ocampo y Benito Juárez, quienes exiliados por Santa Anna en Nueva Orleans, formaron un grupo liberal que buscó derrocar al régimen y realizar una reforma política, económica y social. La dictadura, los caudillos locales y una nueva revolución Para los inicios de la segunda mitad del siglo XIX, Santa Anna había logrado aterrorizar a la nación, de tal manera que nadie se oponía a su voluntad. En el sur del país, en la región que comprende actualmente los estados de Guerrero, Michoacán, sur del de México, Morelos y Oaxaca, Juan Alvarez logró formar un inmenso cacicazgo, fortalecido por su pasado como insurgente del ejército de Morelos y luego de Guerrero. Santa Anna, celoso del predominio que guardaba Juan Alvarez en el sur, desconfiaba de él, y pretendió quitárselo; mandó su ejército a esta zona, con el pretexto de una posible invasión filibustera que amenazaba Acapulco, pero realmente con el objeto de destituir a Alvarez del gobierno. En octubre de 1853 Florencio Villarreal fue destituido de la comandancia de la Costa Chica por Santa Anna y, tres meses después, Ignacio Comonfort, administrador de la aduana de Acapulco, corría la misma suerte. Esto contrarió los intereses de Alvarez, quien lo manifestó por escrito al dictador sin obtener respuesta. Antonio López de Santa Anna en 1847 http://en.wikipedia.org/wiki/Image:Santaannain1847.jpgAnte tal situación Juan Alvarez decidió levantarse en armas contra la dictadura y, a instancia suya, el coronel Florencio Villarreal proclamó en Ayutla, en marzo de 1854, un plan revolucionario que tomó su nombre de esta ciudad. Benito Juárez http://es.wikipedia.org/wiki/Benito_Ju%C3%A1rez Melchor Ocampo http://es.wikipedia.org/wiki/Melchor_OcampoIgnacio Comonfort http://cvc.cervantes.es/actcult/ciudades/puebla/fichas/comofort.htm Juan Álvarez http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_%C3%81lvarezEra una época en que aventureros internacionales como Raousset de Baoulbon y William Walker retaban al Estado, incursionando en Sonora y Baja California tratando de formar repúblicas independientes. Walker tomó La Paz en 1853 y hacía peligrar el puerto de Acapulco, por eso el dictador envió tropas al territorio de Juan Alvarez, quien lo consideró como un ataque a sus intereses. Alvarez inició la lucha y convocó a la nación, mediante el Plan de Ayutla, a terminar con un gobierno que aumentaba los impuestos, e incrementaba sus gastos, aunado con la venta a los EUA del territorio de La Mesilla;5 el programa, redactado en su hacienda La Providencia, el 1 de marzo de 1854, fue secundado por Florencio Villarreal, Trinidad Gómez, Tomás Moreno, Rafael Benavides y Eligio Romero, quien se encargaría de contactar a los exiliados en Nueva Orleáns. La revolución del Plan de Ayutla En Acapulco, Ignacio Comonfort acusó de dictador a Santa Anna y propuso la convocatoria a un Congreso Constituyente, que estableciera instituciones libres y republicanas; para ello se designaría un gobierno interino. En el plan se desconocía al gobierno de Santa Anna, y se determinó que al triunfo de la revolución el jefe general de las fuerzas revolucionarias convocaría a una junta formada por un representante de cada Estado, la que nombraría un presidente interino con amplias facultades; quien, dentro de un plazo de 15 días, convocaría a un Congreso que sería el llamado a expedir la Constitución General del país y revisaría los actos del presidente.
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5 Territorio de 110 mil kilómetros cuadrados, al sur de Arizona y Nuevo México, que vendió Santa Anna en 1853 en 15 millones de dólares, para que los norteamericanos construyeran la ruta del ferrocarril interoceánico hacia California.
El movimiento contó con apoyo popular, por lo que se acompañó de levantamientos en Morelos y el Estado de México, en donde tomó la forma de sublevación contra los terratenientes y por la supresión del pago de impuestos. Santa Anna integró un ejército y salió a combatir a Comonfort en Acapulco. Fracasó, como siempre, ante 600 soldados atrincherados en el Fuerte de San Diego, que enfrentaron a los 6 mil hombres del dictador; luego trató luego de sobornar a Comonfort con 100 mil pesos y, ante el fracaso de todas sus estrategias, regresó a México y decretó que el problema ya no existía, mientras que la rebelión cundió en Michoacán con Epitacio Huerta, Manuel García Pueblita, Santos Degollado y Miguel Negrete; en Tamaulipas con Juan José de la Garza y en Nuevo León con Santiago Vidaurri, además de levantamientos en San Luis Potosí y Jalisco. Fuerte de San Diego en Acapulco http://www.acapulco.gob.mx/img_acapulco/17.htmlEn Nueva Orleans los intelectuales preparaban un proyecto de nuevo gobierno, organizando en Brownsville Texas una Junta Revolucionaria Mexicana. El ejército de los revolucionarios cercó al gobierno dictatorial, que tenía escasos fondos y dudaba de su personal militar; Santa Anna comprendió que le era imposible mantenerse en el poder por más tiempo, abandonó la ciudad de México, el 9 de agosto de 1855, y declaró desde Perote, el 9 de agosto de 1855, que abandonaba el poder y se exilió en Granada, Colombia, con lo que los revolucionarios proclamaron a Juan Alvarez como Presidente provisional. Plan de Ayutla (fragmento) http://es.wikisource.org/wiki/Plan_de_AyutlaConsiderando: Que la permanencia de don Antonio López de Santa Anna en el con exclusión absoluta de cualquier otro sistema de gobierno poder es un amago constante para las libertades públicas, puesto que, con el mayor escándalo, bajo su gobierno se han hollado las garantías individuales… …sólo ha venido a oprimir y vejar a los pueblos recargándolos de contribuciones onerosas sin consideración a la pobreza general, empleándose su producto en gastos superfluos y formar la fortuna, como en otra época, de unos cuantos favoritos; …debiendo conservar la integridad del territorio de la república, ha vendido una parte considerable de ella sacrificando a nuestros hermanos de la frontera del Norte; …las instituciones republicanas son las únicas que convienen al país, con exclusión absoluta de cualquier otro sistema de gobierno; PLAN 1° Cesan en el ejercicio del poder público don Antonio López de Santa Anna y los demás funcionarios que, como él, hayan desmerecido la confianza de los pueblos, o se opusieran al presente plan. 2° Cuando éste haya sido adoptado por la mayoría de la Nación, el general en jefe de las fuerzas que lo sostengan convocará un representante por cada estado y territorio para que…elijan al presidente interino de la República le sirvan al Consejo durante el corto periodo de su cargo. 3º El Presidente Interino, sin otra restricción que la de respetar inviolablemente las garantías individuales, quedará desde luego investido de amplias facultades para reformar todos los ramos de la Administración Pública , para atender la seguridad e independencia de la Nación, y para promover cuanto conduzca a su prosperidad, engrandecimiento y progreso. 4º En los Departamentos y Territorios en que fuere secundado este plan político, el jefe principal de las fuerzas que lo proclamaren, asociado de cinco personas bien conceptuadas, que elegirá él mismo, acordará y promulgará al mes de haberlas reunido, el Estatuto provisional que debe regir a su respectivo Departamento o Territorio, sirviendo de base indispensable para cada Estatuto, que la Nación es y será una, sola, indivisible e independiente. 5º. A los quince días de haber entrado en sus funciones el presidente interino convocará el Congreso Extraordinario conforme a las bases de la ley que fue expedida con igual objeto en el año de 1841, el cual se ocupe exclusivamente de constituir a la nación bajo la forma de República, representativa popular, y de revisar los actos del actual Gobierno, así también como los del Ejecutivo Provisional de que habla el artículo 2º. Este Congreso Constituyente, deberá reunirse a los cuatro meses de expedida la convocatoria. 6º Debiendo ser el Ejército el defensor de la independencia y el apoyo del orden, el Gobierno Interino cuidará de conservarlo y atenderlo, cual demanda su noble instituto. 7º Siendo el comercio una de las fuentes de la riqueza pública, y uno de los más poderosos elementos para los adelantos de las naciones cultas, el Gobierno Provisional se ocupará desde luego de proporcionarle todas las libertades y franquicias que a su prosperidad son necesarias, a cuyo fin expedirá inmediatamente el arancel de aduanas marítimas y fronterizas que deberá observarse,
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rigiendo entre tanto el promulgado durante la Administración del señor Ceballos, y sin que el nuevo que haya de sustituirlo pueda bastarse bajo un sistema menos liberal. 8º Cesan desde luego los efectos de las leyes vigentes sobre sorteos, pasaportes, capitación, derecho de consumo y los de cuantas se hubieren expedido, que pugnan con el sistema republicano. 9º Serán tratados como enemigos de la independencia nacional, todos los que se opusieren a los principios que aquí quedan consignados, y se invitará a los Excmos. señores generales don Nicolás Bravo, don Juan Álvarez y don Tomás Moreno, a fin de que se sirvan adoptarlos, y se pongan al frente de las fuerzas libertadoras que los proclaman, hasta conseguir su completa realización. 10º Si la mayoría de la Nación juzgara conveniente que se hagan algunas modificaciones a este plan, los que suscriben protestan acatar en todo tiempo su voluntad soberana. Leandro Valle http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/efemerides/febrero/conme27.htm Jesús González Ortega http://es.wikipedia.org/wiki/Jes%C3%BAs_Gonz%C3%A1lez_Ortega Manuel Doblado http://www.inehrm.gob.mx/pdf/junio_gal_doblado.pdf Santos Degollado http://es.wikipedia.org/wiki/Santos_DegolladoEl gobierno liberal y sus reformas El proyecto liberal implicaba la creación de una republica federal, democrática y laica; pretendía acabar con los privilegios coloniales que subsistían, llevando a la sociedad a una igualdad jurídica, para lo que era menester que el Estado tomara en sus manos la educación. Todo ello impulsado por una nueva generación de políticos procedentes de las profesiones liberales, con la dirección de Melchor Ocampo; quien influyó en la organización del gabinete de Juan Alvarez, con Guillermo Prieto en Hacienda, Ponciano Arriaga en Fomento, Benito Juárez en Justicia y Negocios Eclesiásticos y Comonfort en Guerra. El proyecto tomó consistencia en nuevas leyes; la primera emitida el 23 de noviembre de 1855 y llamada Ley Juárez,6 abolió los fueros al reglamentarse los tribunales eclesiástico y militar, que les permitiría solamente intervenir en los asuntos relacionados a la iglesia o al ejército, con lo que quedaba toda la población en igualdad ante la ley. En el seno del grupo liberal Comonfort unía a los moderados y Ocampo a los radicales, quienes pensaban disolver al ejército, suplirlo con una guardia nacional y establecer un Estado laico. La Ley Juárez provocó tal tormenta que Alvarez renunció y el general Comonfort subió a la presidencia, a principios de diciembre de 1855. Al triunfar la línea moderada, Ocampo se retiró de la vida pública, considerando que la revolución había tomado el camino de las transacciones, resistiendo sólo 15 días en Relaciones. Alvarez, que tenía 75 años, añoraba la vida rural, por lo que cedió el mando a Comonfort después de un mes y días como Presidente, no sin antes haber reformado los tribunales y reunido al Congreso. El 25 de junio de 1856 se expidió la Ley de desamortización de fincas rústicas y urbanas propiedad de las corporaciones civiles y religiosas;7 su característica principal era que indicaba que la propiedad de todo predio urbano o rural, que perteneciera a corporaciones eclesiásticas y civiles, sería asignada a los respectivos inquilinos y arrendatarios, por una cantidad que resultara de la conversión de la renta anual al valor de la propiedad.8El objetivo de esta resolución era desaparecer uno de los obstáculos económicos que más había contribuido a mantener estacionaria (en manos muertas) la propiedad, y a impedir su desarrollo y el de las artes e industrias que de ella dependían; ya que antes de la aplicación de la ley, las propiedades estaban concentradas en manos de la iglesia que, al poseer tantos terrenos, dejó de preocuparse por su explotación y se dedicó solamente a cobrar sus rentas. 6 La Ley de Administración de Justicia y Orgánica de los Tribunales de la Nación del Distrito y Territorios, del 23 de noviembre de 1855, más conocida como Ley Juárez. 7 Más conocida como Ley Lerdo.
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8 Mientras más alta la tasa de interés, más bajo el valor del predio.
Se creía que la desamortización por sí misma traería el progreso económico, ya que los antiguos arrendatarios, ahora convertidos en dueños, mejorarían la tierra y harían inversiones en sus propiedades. Se consideraba que estas medidas impulsarían a crear una clase media, que proporcionaría una base social para impulsar la modernización no sólo económica de la nación, sino también en el terreno político, porque hasta entonces el liberalismo era una corriente política minoritaria. Con la aplicación de esta ley se esperaba que los futuros propietarios apoyaran las medidas impulsadas por la modernización liberal, puesto que podrían comprar las propiedades con un descuento de más del 15 %. Populacho mexicano, Carl Nebel, en: El Museo Mexicano, México, 1844, t. III, p. 450. http://www.analesiie.unam.mx/pdf/76_113-142.pdfLa Ley Lerdo anticipaba la posibilidad de que los inquilinos hostiles al gobierno pudieran rehusarse a adquirir la propiedad que se les ofrecía; así, si el inquilino o arrendatario no reclamaba la propiedad en tres meses, cualquier otra persona podía reclamarla y comprarla; aunado a lo anterior, si no había quien la reclamase sería subastada. De esta manera, el inquilino o arrendatario era presionado a adquirir la casa en que vivía, o los predios que cultivaba, ya que de no iniciar la reclamación respectiva, podría ser privado de la tenencia o el arrendamiento por otras personas. Sin embargo, una parte de ellos se abstuvo de reclamar la propiedad, por lo que fueron subastadas y compradas sus propiedades por especuladores ricos, y así se convirtieron en hacendados, impulsándose el latifundismo. La Ley de Remuneraciones Parroquiales más conocida como Ley Iglesias, fue expedida el 11 de abril de 1857; prohibía el cobro por la prestación de servicios parroquiales a los pobres, es decir a aquellas personas que no ganaran más que lo preciso para vivir, e imponía castigos para los curas que la infringieran. En su artículo primero señala que en los bautismos, amonestaciones, casamientos y entierros de los pobres no se cobren derechos algunos. Luis G. Osollo http://www.geocities.com/maxhabsburgo/Miramon2.html Félix María Zuloaga http://es.wikipedia.org/wiki/Imagen:F%C3%A9lix_Zuloaga.jpg Miguel Miramón http://commons.wikimedia.org/wiki/Image:Miguel_Miramon_uniform.jpgComonfort y la insurrección conservadora Ignacio Comonfort se convirtió en Presidente Constitucional a partir de 1857, según la nueva Constitución, mientras que el grupo liberal se dispersaba, ocupando algunos los gobiernos de sus estados: Juárez en Oaxaca, Ocampo en Michoacán, Santos Degollado en Jalisco, Manuel Doblado en Guanajuato e Ignacio de la Llave en Veracruz. En Zacapoaxtla, Puebla, y bajo el grito de Religión y Fueros, en diciembre de 1855 se inició el levantamiento contra la Ley Juárez, bajo un plan promovido por el clero y secundado por Luis G. Osollo, Juan Olloqui y Antonio Haro y Tamariz, quienes tomaron la ciudad de Puebla. El Presidente interino salió a combatir a los sublevados a quienes venció en Ocotlán y recuperó Puebla; procediendo a incautar los bienes de la Iglesia en la ciudad y expulsar del país a los clérigos involucrados y, ante el mismo fenómeno de insurrección en México, confiscó el convento de San Francisco.
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La revuelta se convirtió en insurrección indígena al mando de Manuel Lozada en una zona de Jalisco, sur de Sinaloa y Nayarit; quien, aceptando las tesis eclesiásticas, impulsaba reivindicaciones agrarias. Lozada continuaría su lucha contra los liberales hasta ser cómplice del imperio títere de Maximiliano y, después de su derrota, continuaría combatiendo a los liberales hasta su captura y fusilamiento en 1873. Las Reformas Liberales En plena guerra el gobierno continuó emitiendo leyes, mientras sesionaba el Congreso; así el gobierno, a través de la iniciativa del ministro de Hacienda Miguel Lerdo de Tejada, expidió la Ley de Desamortización de Corporaciones Civiles y Eclesiásticas, la llamada Ley Lerdo; que, como ya se señaló, buscaba poner en circulación las riquezas estancadas en manos muertas y quitar a la Iglesia su poder económico, con lo que surgieron múltiples propietarios y se incrementaron las recaudaciones fiscales. También se creó el Registro Civil con la Ley Iglesias, afectando las funciones de certificación de nacimientos, matrimonios y defunciones, además del control de los cementerios que también estaban en manos de la Iglesia, con lo que dejó de recibir el pago por los sacramentos y los diezmos. Es necesario señalar que los gobernadores liberales habían impuesto estas reformas en sus respectivos estados con anterioridad, además de suspender las obligaciones de cumplir con los votos eclesiásticos. El Congreso entregaría la nueva Ley en febrero de 1857, y Comonfort gobernaría constitucionalmente, por vía electoral, hasta diciembre, por lo que todas las acciones se realizaban con el impulso de la Revolución de Ayutla. La medida afectó a las comunidades indígenas, que integraban comunidades civiles y favoreció el incremento de los latifundios; además, el gobierno tuvo que incrementar los empréstitos con los Estados Unidos, para sufragar los gastos de la guerra, incrementando la deuda externa. Joven, litografía de Claudio Linati, 1828 http://www.bib.uia.mx/biblioteca_digital/doc/acervos/doc_hist_en_2003/doc_hist_en_2003_p_01.htmlEl Congreso Constituyente de 1857 El presidente Juan Álvarez, de conformidad con lo dispuesto por el Plan de Ayutla reformado en Acapulco, expidió en octubre de 1855 la convocatoria a un congreso extraordinario, y las tareas del Congreso Constituyente se efectuaron de febrero de 1856 a febrero del siguiente año, bajo la dirección de Ponciano Arriaga, Presidente de la Cámara. Se integró con 155 diputados, en su mayor parte abogados, destacando Melchor Ocampo, entre una mayoría de moderados que deseaban volver a la Constitución de 1824, lo que se superó al integrarse la Ley Juárez y Lerdo al nuevo proyecto constitucional. Francisco Zarco señalaba esta ley como "una medida económica y progresista que realizaba la gran reforma de dividir la propiedad territorial, desamortizar bienes estancados o muy poco productivos, de proporcionar grandes entradas al erario y de facilitar la reforma del sistema tributario, la abolición de las alcabalas y la disminución de los gravámenes que pesan sobre el pueblo". Francisco Zarco http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/publicaciones/publi_quepaso/francisco-zarco.htmIgnacio Ramírez http://es.wikipedia.org/wiki/Imagen:Ignacio_Manuel_Altamirano.jpg Guillermo Prieto http://es.wikipedia.org/wiki/Guillermo_Prieto Ponciano Arriaga http://es.wikipedia.org/wiki/Ponciano_ArriagaSe incorporaron las garantías individuales, acompañadas del juicio de amparo, como una conquista del movimiento reformista, que resguardaba de la arbitrariedad de actos de la autoridad; propuesta que se había tomado de la legislación yucateca de 1843, a partir de una iniciativa de Cresencio Rejón.
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El punto más debatido fue el de la libertad de cultos, que enfrentó a los moderados que señalaban la religión exclusiva; sin embargo, como no se emitió ninguna disposición para prohibir la tolerancia religiosa, ésta quedó autorizada. El artículo 3º estableció la libre enseñanza y el 123º el derecho del Estado para legislar en materia de cultos. El 7º proclamó la libertad de imprenta, y en el 5º se declaraba que los votos monásticos eran contrarios a la libertad humana, con lo que el clero quedaba afectado y se preparó para enfrentar estas leyes. Ignacio Ramírez, Ponciano Arriaga, José María Castillo Velasco e Isidro Olvera, conscientes de la mala distribución de la riqueza, sugirieron sin éxito la limitación en la propiedad territorial, el reparto agrario y la mejora de las condiciones de vida de los grupos mayoritarios marginados; asuntos que tardarían 60 años para incorporarse a la Constitución, después de la Revolución Mexicana. Tras largos debates durante un año, el 5 de febrero de 1857 el Congreso juro la nueva Constitución, promulgándose el 11 de marzo del mismo año. Acompañándola de un breve manifiesto cuyo contenido en su parte esencial puede dar una noticia de lo que ahí se había logrado: "La igualdad será de hoy en adelante la gran ley en la república; no habrá más mérito que el de las virtudes; no manchará el territorio nacional la esclavitud, oprobio de la historia humana; el domicilio será sagrado; la propiedad inviolable; el trabajo y la industria libres; la manifestación del pensamiento sin más trabas que el respeto a la moral, a la paz pública y a la vida privada; el tránsito, el movimiento sin dificultades, el comercio, la agricultura sin obstáculos; los negocios del Estado examinados por los ciudadanos todos; no habrá leyes retroactivas ni jueces especiales, ni se pagará por la justicia, ni se violará la correspondencia, y en México, para su gloria ante Dios y ante el mundo, será una verdad práctica la inviolabilidad de la vida humana, luego que con el sistema penitenciario pueda alcanzarse el arrepentimiento y la rehabilitación del hombre que el crimen extravía." Poblanas de Carl Nebel, 1829-1834 http://www.analesiie.unam.mx/pdf/77_123-150.pdfEl país quedaba organizado en república representativa popular y federal con tres poderes: el Ejecutivo, representado por el Presidente; el Legislativo, por la Cámara de Diputados (se suprimió el Senado); y el Judicial, por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, compuesta por los Magistrados de dicho cuerpo. Los estados eran libres en su régimen interior. El Constituyente aprobó que la nación quedara dividida en 23 estados. Al clero se le quitaban los privilegios que había disfrutado. Por eso se había suprimido el fuero eclesiástico, y no participaría, para los efectos legales, de los negocios civiles el matrimonio, nacimiento y defunción. Habría no tolerancia sino libertad de cultos, como en otras naciones progresistas que admiten a todos los hombres, aunque profesen distintas religiones y se podría fomentar la inmigración. La enseñanza dejaba de ser monopolizada por el clero y no sería dogmática y verbalista, para transformarse en investigadora y responsable; sin embargo su puesta en operación dilataría hasta 1867. Los militares que habían sido tan privilegiados, o colocados por la fuerza en un plano que impedía el imperio de la ley y el orden, debían disciplinarse y subordinarse, por eso se suprimió el fuero militar, con lo que se inició el primero de los varios procesos para acabar con un ejército de casta en nuestro país. Se consideraba, con una mentalidad moderna y liberal, que el apoderarse de los bienes del clero en nada se ofendía su misión espiritual. Al desamortizar los bienes del clero, se le quitaba a esta institución civil una riqueza que iría, tarde o temprano, a mejorar la economía de la nación. El clero, como señalaba el Dr. Mora, quedaba así reducido a su misión espiritual. Radicales y moderados en el Congreso En materia política se restableció la república federal democrática, con un régimen dividido en tres poderes, que daba la hegemonía al Poder Legislativo unicameral, ya que por las tendencias conservadoras a los supremos poderes, se había eliminado el Senado.
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Se eligió Presidente a Ignacio Comonfort, quien gobernaría con facultades extraordinarias, ya que el Congreso suspendió las garantías individuales debido a la inestabilidad política, disponiéndose a restablecer la paz en el país. Juárez, por otra parte, fue nombrado Presidente de la Suprema Corte de Justicia, cargo que se convertía en fundamental, ya que al desaparecer la vicepresidencia, era el titular del poder judicial quien se encargaría del ejecutivo ante la ausencia del Presidente de la República. Ignacio Ramírez señaló que era vano proclamar la soberanía del pueblo, mientras no se emancipara al jornalero acasillado en las haciendas; mientras que Ponciano Arriaga señaló que cualquier constitución sería letra muerta, ya que primero se debían proporcionar los medios económicos a la población, para que pudiera ser libre. Las reflexiones radicales no tuvieron eco en el Congreso, al considerar los moderados que consiguiendo las libertades políticas, las otras vendrían por añadidura, por lo que en los artículos 4º y 5º se estableció la libertad de trabajo y el derecho del trabajador a recibir un pago justo, cuando la forma de mantener la fuerza laboral en la hacienda, la mina y el obraje era por medio de las tiendas de raya que mantenían sujetos a los trabajadores como peones acasillados. Benito Juárez http://commons.wikimedia.org/wiki/Image:Benito_Juarez_1.jpgLos Desacuerdos y la Guerra de Tres Años La nueva Ley Fundamental generó reacciones en contra, incluso dentro del mismo gobierno, más moderado que los diputados moderados del Congreso, mientras que los radicales se quejaban de que no se había logrado una reforma profunda y el Papa Pio IX condenaba toda legislación reformista, considerándolas contrarias a los derechos y dogmas de la Iglesia, procediendo a la excomunión de sus defensores, lo que obligó al gobierno a que todos sus empleados juraran defenderla. El arzobispo de México, en desacuerdo con los principios constitucionales que afectaban a la Iglesia, envió una circular a los curas "previniendo que no se absuelva sin previa retractación pública a los fieles que hayan jurado la Constitución". Como en la Constitución de 1857 existían artículos que los católicos consideraban contrarios a sus creencias religiosas, muchos empleados gubernamentales se negaron a jurarla, y el gobierno los destituyó de sus puestos. Entonces, estallaron algunas rebeliones en contra de la Constitución al grito de "religión y fueros". El gobierno sofocaba la mayor parte de las insurrecciones, pero aparecían cada vez más, arrastrando al país a la confrontación de una guerra civil que duraría tres años. Un plan contrarrevolucionario fue proclamado en Tacubaya el 17 de diciembre de 1857, mediante el cual se pedía la realización de un nuevo Congreso, mientras que se reconocía a Comonfort como encargado del ejecutivo, quien debería gobernar con facultades extraordinarias; eufemismo para señalar que se convertía en dictador. Las adhesiones procedieron de Puebla, San Luis Potosí y Tampico, mientras que los gobernadores de Guanajuato, Michoacán, Jalisco y Veracruz formaron un ejército para defender la Constitución. PLAN DE TACUBAYA Considerando: Que la mayoría de los pueblos no ha quedado satisfecha con la carta fundamental que le dieran sus mandatarios, porque ella no ha sabido hermanar el progreso con el orden y la libertad, y porque la oscuridad en muchas de sus disposiciones ha sido el germen de la guerra civil: Considerando: Que la República necesita de instituciones análogas a sus usos y costumbres y al desarrollo de sus elementos de riqueza y prosperidad, fuente verdadera de la paz pública y del engrandecimiento y respetabilidad de que es tan digna en el interior y en el extranjero: Considerando: Que la fuerza armada no debe sostener lo que la nación no quiere, y sí ser el apoyo y la defensa de la voluntad pública, bien expresada ya de todas maneras, se declara: Artículo 1º. Desde esta fecha cesará de regir en la República la Constitución de 1857… En: Efemérides, Red Escolar ILCE, México, http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/efemerides/diciembre/conme17.htm Liberales contra conservadores El Presidente Comonfort se adhirió al Plan de Tacubaya el 19 de diciembre, aprendió a Juárez y buscó refugio con Félix Zuloaga, antiguo santanista que había combatido la Revolución de Ayutla, dando un golpe de Estado y desconociendo la Constitución, con lo que el mismo encargado del ejecutivo iniciaba la Guerra de Reforma o de tres años. Comonfort trató de conciliar, mientras que los conservadores deseaban eliminar toda legislación reformista y los liberales lo repulsaban. Al presidente no le quedó más remedio que tratar de reconciliarse con los liberales y, durante diez días, enfrentó a la rebelión del ejército. En enero de 1858 las guarniciones de México y Tacubaya desconocieron a Comonfort y nombraron a Zuloaga presidente, con lo que los insurrectos divididos iniciaron combates entre ellos mismos, lo que llevó a Comonfort a capitular, renunciar y 9
abandonar el país hacia los Estados Unidos; antes, dejó en libertad a los liberales, quienes huyeron a Guanajuato, desde donde Benito Juárez tomó posesión como Presidente y estableció su gobierno, de acuerdo a la Constitución de 1857. Félix Zuloaga http://www.geocities.com/maxhabsburgo/Miramon2.html Miguel Miramón http://www.geocities.com/maxhabsburgo/Miramon_Macabeo.html Leonardo Márquez http://en.wikipedia.org/wiki/Image:Leonardo_M%C3%A1rquez.jpg Los conservadores buscaron capturar a Juárez; en Guadalajara casi es asesinado, por lo que abandonó el país para ir a Veracruz, vía Panamá, estableciendo la sede de su gobierno en el puerto; nombró jefe del ejército a Santos Degollado, quien sufrió derrota tras derrota ante los conservadores; estos a su vez cambiaron de jefe, ante la muerte por tifo del general Luis G. Osollo su lugar lo ocuparía Miguel Miramón, general de 26 años de edad, quien derrotó a Santiago Vidaurri en San Luis Potosí y a Santos Degollado en Jalisco, apoderándose casi totalmente del país y generando conflictos con Zuloaga por el mando del movimiento conservador. Lograría, en 1859, ser nombrado también como Presidente, con lo que existiría en el país dos gobiernos enfrentados en una guerra civil. El conflicto se extendió de diciembre de 1857 a 1860, con la peor parte para los liberales, dado que el ejército profesional se sublevó con Zuloaga, aliado con Luis G. Osollo, Miguel Miramón, Leonardo Márquez, Tomás Mejía y Genaro del Castillo; por su parte los generales liberales eran civiles como Santos Degollado, Ignacio Zaragoza, Jesús González Ortega y Pedro Luis Ogazón, quienes debieron aprender el arte militar en medio de la lucha armada. La guerra se radicaliza El objetivo de los conservadores, cangrejos les llamó en una canción Guillermo Prieto, seguía siendo Veracruz, donde Juárez había establecido su gobierno provisional. Para evitar la presión, Degollado trató de ocupar México, sufriendo una derrota en Tacubaya ante Leonardo Márquez; quien ganaría el mote del tigre, al pasar por las armas a todos los prisioneros: civiles, médicos y enfermeros que habían asistido a todos los heridos, que serían reconocidos como los Mártires de Tacubaya. La guerra sobrepasaba cualquier límite de crueldad y odio, incluso convirtiéndola la Iglesia, en una guerra religiosa. Contribuyó el exceso de Lerdo de Tejada, quien presionó a Juárez para que se decretaran las Leyes de Reforma a partir de julio de 1859, lo que se hizo apoyándose en el artículo 123º, que facultaba al Estado para legislar en materia religiosa. Los cangrejos Guillermo Prieto [Zaid Gabriel (1999), Omnibus de poesía mexicana, México, Siglo XXI, p. 169] Casacas y sotanas dominan dondequiera; los sabios de montera felices nos harán. Cangrejos a compás, marchemos para atrás, ¡zis, zis, zas! Marchemos para atrás. ¡Maldita federata! ¡Qué oprobios nos recuerda! Hoy los pueblos en cuerda se miran desfilar. Cangrejos a compás, marchemos para atrás. Si indómito el comanche nuestra frontera asola, la escuadra de Loyola en México dirá: cangrejos a compás, marchemos para atrás. Horrible el contrabando, cual plaga lo denuncio; pero entretanto el Nuncio repite sin cesar: cangrejos a compás marchemos para atrás. En ocio, el artesano se oculta por la leva; ya ni al mercado lleva el indio su huacal. Cangrejos a compás, marchemos para atrás. Leyes de Reforma Emitidas en Veracruz entre julio de 1859 y diciembre de 1860, para enfrentar la reacción conservadora
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“Leyes de Reforma”, en: Cámara de Diputados H. Congreso de la Unión, http://www3.diputados.gob.mx/camara/001_diputados/003_comisiones/002_especiales/l_festejos_del_bicentenario_del_natalicio_de_benito_juarez/i_leyes_de_reformaNacionalización de los bienes del clero, del 12 julio de 1859 (fragmento) Art. 1° Entran al dominio de la Nación todos los bienes que el clero secular y regular ha estado administrando con diversos títulos, sea cual fuere la clase de predios, derechos y acciones en que consista el nombre y aplicación que hayan tenido. Art. 3° Habrá perfecta independencia entre los negocios del Estado y los negocios puramente eclesiásticos. El gobierno se limitará a proteger con su actividad el culto público de la religión católica, así como el de cualquier otra. Definición del matrimonio como contrato civil, del 23 de julio de 1859 (fragmento) Art. 1° El matrimonio es un contrato civil que se contrae lícita y válidamente ante la autoridad civil. Para su validez bastará que los contrayentes, previas las formalidades que establece esta ley, se presenten ante aquella y expresen libremente la voluntad que tienen de unirse en matrimonio. Art. 4° El matrimonio civil es indisoluble; por consiguiente, sólo la muerte de alguno de los cónyuges es el medio natural de disolverlo; pero podrán los casados separarse temporalmente por alguna de las causas expresadas en el artículo veinte de esta ley. Estado civil de las personas, del 28 de julio de 1859 (fragmento) Art. 1° Se establecen en toda la República funcionarios que se llamarán Jueces del estado Civil, y que tendrán a su cargo la averiguación y modo de hacer constar el estado civil de todos los mexicanos y extranjeros residentes en el territorio nacional, por cuanto concierne a su nacimiento, adopción, arrogación, reconocimiento, matrimonio y fallecimiento. Cementerios, del 31 de julio de 1859 (fragmento) Art. 1° Cesa en toda la República la intervención que en la economía de los cementerios, campos santos, panteones y bóvedas o criptas mortuorias he tenido hasta hoy el clero, así secular como regular. Todos los lugares que sirven actualmente para dar sepultura, aun las bóvedas de las iglesias catedrales y de los monasterios de señoras, quedan bajo la inmediata inspección de la autoridad civil, sin el conocimiento de que los funcionarios no podrán hacer ninguna inhumación. Se renueva la prohibición de inhumar cadáveres en los templos. Días festivos y prohibición de asistencia oficial a las funciones eclesiásticas, del 11 de agosto de 1859 (fragmento) Art. 1° Dejan de ser días festivos para el efecto de que se cierren los tribunales, oficinas y comercio todos los que no quedan comprendidos en la especificación siguiente: los domingos, el día de año nuevo, el jueves y viernes de la Semana Mayor, el jueves de Corpus, el 16 de Septiembre, el 1° y 2 de Noviembre y los días 12 y 24 de Diciembre. Libertad de Cultos, del 4 de diciembre de 1860 (fragmento) Art. 1° Las leyes protegen el ejercicio del culto católico y de los demás que se establezcan en el país, como la expresión y efecto de la libertad religiosa que siendo un derecho natural del hombre, no tienen ni puede tener más límite que el derecho de tercero y las exigencias del orden público. En todo lo demás, la independencia entre el Estado por una parte, y las creencias y prácticas religiosas por otra, es y será perfecta e inviolable Robert M. McLane http://www.mdarchives.state.md.us/msa/speccol/sc3500/sc3520/001400/001470/html/msa01470.htmlLa guerra alcanzó altos niveles de confrontación; el 3 de agosto se retiró la legación mexicana en Roma y, en enero de 1861, se expulsó al delegado apostólico y a cinco obispos. Coexistieron dos gobiernos entre 1858 a 1867, ambos trataron de lograr el reconocimiento internacional; mientras los EUA respaldaban a Juárez desde abril de 1859, España reconoció a los conservadores en septiembre. El apoyo español se logró con los Tratados de Mon Almonte, firmados en Paris el 26 de septiembre de 1859 por Alejandro Mont, representante de la reina Isabel de España, y Juan Nepomuceno Almonte representante del conservadurismo mexicano Juan Nepomuceno Almonte http://www.geocities.com/maxhabsburgo/Miramon_destierro.htmlEsta negociación comprometía a México al recompensar a los súbditos ibéricos que habían sido afectados por las guerras intestinas, y la indemnización por los asesinatos, en Chiconcuac y San Dimas, de hacendados españoles; a cambio, Miramón obtendría el apoyo naval hispano desde Cuba, al mismo tiempo que estos acuerdos servirían para el reconocimiento de otras potencias europeas al gobierno conservador. Los liberales perdían la guerra; así, con las derrotas de Degollado, Lerdo de Tejada ofreció en garantía los bienes del clero por un préstamo norteamericano; situación que aprovechó su presidente Buchanan, para condicionar el reconocimiento de su
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gobierno a cambio de la Baja California, derechos de tránsito a perpetuidad en el Istmo de Tehuantepec y el libre acceso comercial por el Golfo de California. Melchor Ocampo, que era el Ministro de Relaciones, tuvo que transformar un tratado de cesión de derechos territoriales en un tratado de libre acceso comercial; después de 11 años del despojo del Norte Perdido, nuevamente existía el amago de perder territorios. Quien había condenado los Tratados de Guadalupe Hidalgo luego de la guerra de 1847, tenía que hacer nuevas concesiones para que viviera la reforma liberal. Firmó con Robert M. McLane, en diciembre de 1859, el Tratado McLane Ocampo con los Estados Unidos, en el que se concedió a perpetuidad, el derecho de vía por el Istmo de Tehuantepec, que incluía el paso de tropas; agregándose el mismo derecho de Guaymas a Nogales y de Tamaulipas a Mazatlán; este tratado fue rechazado por el Senado norteamericano que lo consideró poco satisfactorio. Los excesos y el triunfo liberal Las protestas afectaron a los liberales, Manuel Doblado prefería un arreglo con los conservadores que firmar este tratado; mientras que los conservadores lo consideraron un atentado contra la unidad religiosa y la independencia política del país. Para 1860 Zuloaga continuaba disputando el poder con Miramón, acabando como prisionero de éste último. La estrategia seguía siendo tomar Veracruz, para lo cual Miramón contrató dos buques en Cuba, equipándolos con tripulación extranjera. Los norteamericanos acudieron en ayuda de Juárez y la corbeta norteamericana Saratoga capturó a los barcos piratas y protegió la costa. Después, Miramón fue derrotado en Silao por Ignacio Zaragoza y Jesús González Ortega, en agosto de 1860, con lo que el ejército liberal ocupó San Luis Potosí, Zacatecas y Aguascalientes; con estos hechos era claro que el ejército de casta, que había dirigido los destinos del país desde 1821, se encontraba en vías de extinción, ante la movilización popular dirigida por jefes civiles. Ambos bandos recurrieron a expropiaciones ilegales, González Ortega tomó la plata de la Catedral de Durango y Santos Degollado logró contribuciones de particulares en San Luis Potosí; Miramón reconoció un adeudo de quince millones por un préstamo de 700 mil pesos del banquero suizo Jecker; deuda que serviría para justificar la intervención francesa posteriormente; además, se apoderó de una conducta de plata perteneciente a la legación inglesa con un monto de 660 mil pesos. General Ignacio Zaragoza http://es.wikipedia.org/wiki/Ignacio_ZaragozaPara fines del año los liberales estaban a las puertas de la capital al mando de Jesús González Ortega, por lo que Miramón salió a hacerles frente en Calpulalpan, en donde fue completamente derrotado el 22 de diciembre de 1860, por lo que huyó al extranjero y los liberales entraron a México en la natividad del año 1860. Referencias Barrientos Angélica (2006), República e Imperio 1858-1872, México, Artes e Historia, http://www.arts-history.mx/republica/Cámara de Diputados H. Congreso de la Unión (2006), Leyes de Reforma, http://www3.diputados.gob.mx/camara/001_diputados/003_comisiones/002_especiales/l_festejos_del_bicentenario_del_natalicio_de_benito_juarez/i_leyes_de_reformaDulce María Cituk y Vela (2005), Efemérides, ILCE Red Escolar, http://www.redesc.ilce.edu.mx/redescolar/efemerides/Evisum Inc (2000), Virtual American Biographies, http://www.famousamericans.net/Fondren Library Rice University (2004), Charlotte's Letters and Photographs from The Charlotte and Maximilian Collection, Houston Texas, Rice University, http://library.rice.edu/collections/WRC/digital-archive-information/online-exhilbits/charlotte-and-maximilian-collection-exhibit/charlotte-and-maximilian-collection-exhibit-introductionGaleana de Valades Patricia (1984), "Marco Económico", "El Caudillismo Militante", "La Revolución Liberal", "Un Nuevo Proyecto de Nación", "La Contrarreforma", "Otra Constitución Salvadora", "Guerra sin Cuartel" y "Alianzas con el extranjero" en: México y su Historia, Tomo 7, México, UTEHA, pp. 875-879, 880-883, 884-889, 890-893, 894-897, 898-905, 906-911 y 912-916 ILCE (2004), Breves Historias de los Estados de la República Mexicana, ILCE Bibliografía Digital, http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/estados/menu.htm Jewison Glenn y Jörg C. Steiner (2007), “The Mexican Adventure”, en: Austro-Hungarian Land Forces 1848-1918, http://www.austro-hungarian-army.co.uk/mexican/mxmain.htmMexico Desconocido.com (2007), Recinto Homenaje a Don Benito Juárez, México, SHCP, http://www.mexicodesconocido.com.mx/notas/1488-El-Recinto-de-Homenaje-a-Benito-Ju%E1rezRodolfo Mata (2000), “Retrato de Alexander von Humboldt”, en: José Juan Tablada. Letra e imagen, UNAM Instituto de Investigaciones Filológicas, Centro de Estudios Literarios, DGSCA y CONACyT, http://www.tablada.unam.mx/archivo/fotograf/notas/i124a-30.htmlSEDENA (2007), Historia del Ejército, México, http://www.sedena.gob.mx/index.php?id=81Sepiensa.org (2006), “La Batalla del 5 de Mayo: Ayer y Hoy”, http://sepiensa.org.mx/librero/historia.htmlUniversidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (1998), El Estado de Michoacán: Breve Resumen Histórico, http://www.ccu.umich.mx/mich/historia/Zaid Gabriel (1999), Omnibus de poesía mexicana, México, Siglo XXI, p. 169 Zavala Manuel y Angélica Barrientos (2006a), Primeros Gobiernos del México Independiente 1821-1857, México, Artes e Historia, http://www.arts-history.mx/primerosgob/Zavala Manuel y Angélica Barrientos (2006b), República e Imperio 1858-1872, Artes e Historia, http://www.arts-history.mx/republica/
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domingo, 26 de octubre de 2008

CUARTA UNIDAD

Ya estamos en la recta final del curso y espero que tengan un buen rendimiento, de no ser así, es tal vez la última oportunidad para hecharle ganas y mejorar tu puntuación, poniendo mucho empeño en la actividad principal y realizar tal vez alguna actividad optativa.

Recuerda que para obtener buenos resultados en esta cuarta unidad debes tener siempre presentes sus...

PROPÓSITOS:

- Identificará los principales elementos de la crisis colonial, su incidencia en el proceso de independencia, así como la conformación del Estado nacional mexicano.

-Comprenderá el desarrollo de México como Estado independiente, los proyectos de nación y los intereses de dominación expansionista de las potencias extranjeras.
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La primera parte ya la cubrimos en la Semana dedicada a conmemorar la Independencia que organizaron el Colegio de Historia y la Academia de Talleres.

ACTIVIDAD PRINCIPAL DE LA CUARTA UNIDAD

Tal como explicamos en clase la actividad principal de esta cuarta unidad será elaborar una Línea de Tiempo. Para ello es necesario que estudies muy bien la lectura de introducción que se presenta a continuación y realizar las actividades que en ella se piden.
Posteriormente completa con tu investigación la década que le tocó a tu equipo y exprésalo con las ilustraciones y comentarios apropiados, Posteriormente será necesario explicarlo en clase. t

INTRODUCCIÓN A LA CUARTA UNIDAD.

La Independencia de la Nueva España a principios del siglo XIX (1810) es causada por una serie de acontecimientos como la introducción en la colonia de las Reformas Borbónicas, las cuales motivaron el descontento generalizado de la clase criolla y popular al privilegiar a los peninsulares en los puestos administrativos y políticos más importantes. Al mismo tiempo es el auge y proliferación de ideas liberales en Europa y América. Por ello, el movimiento de Independencia es reflejo de la diversidad de pensamientos y proyectos de nación, entre los cuales se encuentran la ideología de Hidalgo, Allende, Morelos, Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide. De esta manera, durante el proceso de conformación del Estado- Nación mexicano surgen diferentes proyectos como el federalismo y el centralismo que se enfrentan en una prolongada lucha por el poder político del país. Bajo este contexto, se presentan las intervenciones extranjeras siendo la más importante el conflicto de Texas en 1836 y la guerra entre México y Estados Unidos que concluyó con la pérdida de la mitad del territorio nacional mediante los tratados de Guadalupe-Hidalgo de 1848. Poco después se proclaman las leyes de Reforma con Benito Juárez como principal inspirador en la separación de las relaciones Iglesia-Estado, las cuales agudizan el conflicto entre los liberales y conservadores, crisis política y social que se extendería hasta el triunfo del liberalismo mexicano sobre el imperio francés y su representante el emperador austriaco Maximiliano y los conservadores mexicanos en 1867.

LA REVOLUCIÓN DE INDEPENDENCIA.

Antecedentes.
Conociendo lo que significó el régimen colonial, lo que caracterizó a la sociedad mexicana de fines del siglo XVIII y principios del XIX, y el tipo de contradicciones que condicionaron esa fase de su desarrollo, se puede comprender mejor lo que fue el movimiento de Independencia, sus causas, el marco en el que se desenvuelve, su alcance y la lucha social y política que subyace a los enfrentamientos.

Como todo hecho histórico el movimiento de Independencia tiene antecedentes remotos de diversa naturaleza, entre los que la conquista y el largo coloniaje que el país sufre son sin duda fundamentales.

Entre las causas externas se encuentran la ocupación napoleónica a España de 1808, la revolución industrial inglesa, la independencia de los Estados Unidos, la revolución francesa y las nuevas ideas políticas y filosóficas que contribuyeron a su triunfo. Pero sin restar importancia a todo lo anterior, es indudable que las raíces más profundas de la revolución de Independencia en la Nueva España eran internas y tenían que ver principalmente con las condiciones y las contradicciones que se habían creado en ella, y las fuerzas capaces de hacerles frente.

Cué Canovas considera que para entender las verdaderas causas de la lucha de independencia nada hay tan importante como la representación hecha ante el rey de España por el obispo Abad y Queipo, en 1799, En ella declaraba que los españoles, con sólo un décimo de la población tenían todas las propiedades y riquezas del reino. Las otras dos clases, que comprenden los nueve décimos, se hallaban en mayor abatimiento y degradación. El color, la ignorancia y la miseria de los indios los coloca a una distancia infinita de un español.

La desigualdad era, sin duda, uno de los rasgos más característicos de la sociedad colonial, cultural y política, Aun autores como Alamán, aunque traten convencionalmente de justificarla no dejan de reconocerlo. Y es natural que concitara un creciente descontento, sobre todo si se piensa que tal situación se daba en un país sin libertad y a cuyo pueblo se le negaba incluso el derecho a ser dueño de si mismo. “La dependencia del pueblo—escribe Zavala—era una especie de esclavitud, consecuencia necesaria de este estado de cosas, de la ignorancia en que se le mantenía, del terror que inspiraban las autoridades con sus tropas, su despotismo y su orgullo y más que todo de la Inquisición, sostenida por la fuerza militar y religiosa,

Aun numerosas familias acomodadas y amplios sectores de las capas medias se sentían profundamente inconformes. S bien muchos criollos empezaban a hacer fortunas considerables o al menos vivían con holgura, de hecho seguían sometidos al gobierno y en general al férreo dominio español. Y en niveles más modestos las limitaciones de todo orden se multiplicaban y eran más severas, para no mencionar la condición de las grandes masas, sobre todo indígenas, cuya miseria y abandono eran realmente dramáticos.

El pueblo estaba cansado de la opresión colonial, del despojo de varios siglos, de la arbitrariedad, del robo, de la corrupción, del parasitismo de los gobernantes y de que, desde lejos otro país que más que madre patria era una madrastra injusta e incomprensiva, decidía su suerte sin tomar en cuenta los intereses, las legítimas aspiraciones y la voluntad de los mexicanos. Existían todos los elementos que eran indispensables para producir una revolución.

En realidad sólo las autoridades españolas, los ricos que vivían en condiciones privilegiadas y ciertos intelectuales a su servicio no advertían lo que pasaba. Según ellos nada justificaba la insurrección de 1810: ésta era un movimiento subversivo artificial y que desde luego estaba destinado a fracasar.


Tomado de Varios Autores. El pensamiento político de México. Tomo I. La época de la Revolución de Independencia. 1808-1824. México. Nuestro Tiempo. 1986.pp-67-73.

LOS PRINCIPALES ACTORES.

IVAN GÓMEZCESAR.

Durante la gesta independentista, el pensamiento político de nuestros próceres expresó no la simple continuidad de una idea preconcebida, sino el complejo y en ocasiones contradictorio proceso revolucionario mismo, en el seno de una sociedad asentada en una cruenta conquista y en la que subsistían las más lacerantes desigualdades sociales. Las presentes notas buscan contribuir al conocimiento crítico del ideario independentista, poniendo particular atención a como éste, pese a no carecer de imitaciones y contradicciones fue capaz de representar los más genuinos intereses nacionales y populares, intereses muchos de ellos en plena vigencia.

PLAN DE EXPOSICIÓN.

La exposición parte de identificar cuatro momentos principales de la revolución, en los que es posible apreciar cambios y quiebres fundamentales en el pensamiento político de la insurgencia.

En el primero que arranca con el Grito de Dolores y concluye apenas seis meses después con la aprehensión de los principales caudillos se analizará el pensamiento de las principales figuras históricas: Miguel Hidalgo e Ignacio Allende, quienes además de ser los motores de la insurrección, encarnaron a la vez las dos vertientes básicas y por momentos encontradas de la revolución. El primero, que propugna por un movimiento de profundo contenido social y el segundo, representante de las capas criollas que buscaban esencialmente la autonomía frente a España y derrocar del poder a los peninsulares.

El segundo momento se podría a su vez dividir en dos: el que tiene como principal figura a Ignacio Rayón, sucesor de Hidalgo y Allende en el mando insurgente y fundador del primer intento de gobierno propio. Coincidiendo en el tiempo, el movimiento dirigido por José María Morelos se transforma paulatinamente en la dirección real del proceso y en la opción más avanzada del mismo. Bajo la dirección de Morelos y muchas veces contra la opinión de varios de sus compañeros, la revolución se radicaliza y se inclina por la defensa de los intereses populares. D e esta etapa se abordará el pensamiento de Morelos y el expresado en el Congreso de Anáhuac y en la Constitución de Apatzingán.

Un tercer momento parte de la derrota de Morelos en 1815 y concluye con el Plan de Iguala y la proclamación de Independencia de 1821. De estos años, los más difíciles para la revolución, se analizarán los idearios de Vicente Guerrero, el continuador más destacado de la insurgencia y el de Agustín de Iturbide, representante de los intereses de las clases dominantes en la Nueva España.

Un último momento comprende la efímera monarquía de Iturbide y concluye con la promulgación del sistema republicano y la adopción de la Constitución de 1824.

Hidalgo y Allende: dos revoluciones.

En medio del vértigo del movimiento, el ideario político y el proyecto independentista mismo de los iniciadores se transformó radicalmente, polarizándose en su interior las posiciones alrededor de las dos figuras principales: Hidalgo y Allende.

La formas en que da inicio la lucha—una conspiración que descubierta y delatada, se ve obligada a estallar precitadamente--, tendrá profundas repercusiones para la suerte de la primera fase del proceso.

Hidalgo, ante la indecisión de sus compañeros, decide incorporar a la única fuerza que podía llevar adelante la insurrección: el pueblo, convocado a partir de puntos de identidad fundamentales: su odio hacia la tiranía española y su hondo sentimiento religioso:

“Mis amigos y compatriotas: no existe ya para nosotros ni el rey ni los tributos. Esta gabela vergonzosa, que sólo conviene a los esclavos, la hemos sobre-llevado hace tres siglos como signo de la tiranía y la servidumbre, terrible mancha que sabremos lavar con nuestro esfuerzo. Llegó el momento de nuestra emancipación, ha sonado la hora de nuestra libertad, y si conoceís su gran valor, me ayudaréis a defenderla de la garra ambiciosa de los tiranos. Pocas horas me faltan para que veáis marchar a la cabeza que se precian de ser libres. Os invito a cumplir con este deber. De suerte que sin patria ni libertad estaremos siempre a mucha distancia de la verdadera felicidad. Preciso ha sido dar el paso que ya sabésis y comenzar por algo ha sido necesario. La causa es santa y Dios la protegerá. Los negocios se atropellan y no tendré por los mismo, la satisfacción de hablar más tiempo ante vosotros. ¡ Viva la Virgen de Guadalupe¡ ¡Viva la América por la cual vamos a combatir¡”

La participación de las masas trastocó el proyecto independentista original, que si bien buscaba ganar a éstas a la lucha armada, confiaba en que los principales actores serían los criollos.

En la causa instruida contra Allende, éste deja constancia de los objetivos de la conspiración de Querétaro:


Se trataba-decía- de formar un plan de reunir cierto número de sujetos de distintas clases, los cuales hiciesen una representación al Virrey para que solicitasen la formación de una Junta compuesta de regidores, abogados, eclesiásticos y demás clases con algunos españoles rancios, cuya junta debía tener conocimiento en todas las materias de gobierno..y sólo para auxiliar este plan, en el caso de que el gobierno no lo admitiese y sacrificase a los primeros representantes, había apalabrado en Querétaro y en San Miguel el Grande a algunos sujetos con el fin de tener gente pronta para usar de la fuerza en aquel caso que ya debía ser necesaria”.

Hidalgo, dejando atrás esa idea, no sólo no buscó restablecer, después de los primeros momentos, la dirección de los criollos sobre las masas, sino que incluso profundizó el carácter popular y explosivo de la revolución.

Es por ello que en un principio, las diferencias al interior del mando insurgente se dieron alrededor de las formas y métodos de lucha, aunque en el fondo reflejaban puntos de vista divergentes acerca de la participación del pueblo en el proceso.

Epigmenio González, quién presenció los sucesos, dejó un vivo retrato de estas diferencias:

“Hidalgo se empeño en probarle que aunque no se debía permitir el robo, por el sólo motivo de ser un mal, sí convendría tolerarlo, o por lo menos castigarlo con la mayor prudencia, porque de lo contrario, sin gente, sin armas, sin dinero y con sólo aquel rigorismo, no sólo no se podría adelantar gran cosa en la empresa, sino que bien pronto se perdería la voluntad de los pueblos y lejos de contar con ello, los tendrían en su contra. Allende le hizo ver que en la insurrección no debía contarse para el buen éxito, con la gente del pueblo, buena sólo para saquear o causar escándalos, sino con la tropa disciplinada, que, aunque en número muy reducido ya tenían y la que fueren organizando y pudieran armar.”
Al concebir al pueblo como la principal fuerza revolucionaria, Hidalgo estaba conciente que la insurrección entraba en contradicción con los intereses del grupo social al que él mismo pertenecía. Cuando, durante el juicio que sufrió en Chihuahua se le inquiere del por qué de la confiscación de los bienes a los españoles, responde:

“que bien conoce tal usurpación era no sólo injusta, sino perjudicial y contraria inmediatamente a los intereses de los mismos criollos, pero la necesidad que tenían de ello para su empresa y la de interesar en ella a la plebe no les permitía escrupulizar sobre los medios para llevarla adelante”.

Hidalgo, muchas veces contra la opinión de otros jefes insurgentes, otorga nombramientos a líderes populares, aprueba los métodos violentos que demandaban las masas. Al hacerlo reconoce a la violencia como un hecho inevitable y necesario, como respuesta a una situación social en la que priva la más grave injusticia y como el único medio para destruir el poderoso sistema colonial.

La revolución encabezada por Hidalgo escindió profundamente a las fuerzas sociales participantes: los grupos criollos acomodados que simpatizaban con la idea de independencia, ante el empuje de las masas temieron por sus intereses y cerraron filas con la reacción española. La pérdida de apoyo de la élite criolla y las divisiones políticas entre las filas insurgentes es lo que explica la derrota del movimiento.

En medio de esa profunda conmoción social, Hidalgo dejó plasmadas algunas de las ideas plasmadas algunas de las ideas fundamentales de la revolución. En una de sus primeras proclamas define el carácter nacional y popular del movimiento:


“Se trata—señaló—de recobrar derechos santos concedidos por Dios a los mexicanos y usurpados por unos conquistadores que auxiliados de la ignorancia de los naturales, pasaron por usurparles sus costumbres y propiedades y vilmente de hombres libres convertidos a la degradante condición de esclavos derechos sacrosantos e imprescriptibles de que se ha despojado a la nación que reclama y defenderá resuelta.

Dos cuestiones destacan de este escrito: la clara demarcación de la nación mexicana y la identificación de ésta con el pueblo y en especial con los indígenas. La nación es el pueblo explotado y humillado por la conquista., no es la nación de las instituciones dominadas por los criollos. Al calor de la lucha, el pensamiento independentista más avanzado profundiza el largo proceso en que se había gestado la idea de la nacionalidad mexicana: ya no era sólo la identificación con la tierra, el paisaje y las costumbres, sino con la historia y con el pueblo. El rechazo a la conquista no buscaba una vuelta al pasado precolonial, sino la búsqueda de una nueva identidad en la que Hidalgo se reconoce de parte de los dominados y contra los dominadores.

En efecto, en esta primera y breve etapa de la independencia, más que un programa político bien definido, lo que encontramos son diversas posiciones, en ocasiones divergentes, en el seno de las filas independentistas.

Uno de los puntos cardinales en que se expresarán las contradicciones será el señalamiento de la defensa del monarca español Fernando VII, como objetivo central de la insurrección que fue tomada en un principio obedeciendo a consideraciones tácticas. Existen elementos que comprueban que Hidalgo no compartía tal opinión. El interés político de la defensa fernandina estaba dirigido centralmente no a ganar al pueblo, sino a justificar la insurrección frente a los criollos. La revolución se presentaba ante los criollos como un acto defensivo frente al peligro que representaba la invasión napoleónica a España, que ponía en entredicho los más importantes puntos de identidad españoles y que sin duda tenían también fuerte arraigo en la Nueva España: la religión, la libertad y el rey.

La insurgencia atacaba a los peninsulares por traicionar esos valores, mientras se reivindicaba a sí misma como su defensora.

En la primera etapa de la gesta independentista, se aprecian dos opciones revolucionarias distintas, aunque no llegaron a demarcarse de manera precisa: la primera busca la autonomía frente a España y defiende la conservación del sistema político monárquico, y la segunda, simpatiza con las ideas republicanas y defiende los intereses populares. La piedra de toque que las distingue es la idea de nación, de nacionalidad. Para unos, la nación son los criollos, que aspiran a gobernarse por si mismos. Siendo éste su único conflicto con los peninsulares, comparten con ellos un sistema de ideas y valores. La otra opción, más avanzada y más sensible, aspira a fundar una nación diferente, la amalgama de indios, mestizos y criollos.

Hidalgo representante del ala radical y popular de la independencia, sabía que los objetivos que perseguían no serían alcanzados inmediatamente. La revolución debía demostrar en los hechos que defendía los intereses populares y nacionales, tales como el decreto del 5 de diciembre de 1810 mediante el cual se exige la entrega a los naturales de estas tierras. La política agraria de Hidalgo es la expresión más nítida de la presencia del pueblo como fuerza protagónica de la revolución. Para Hidalgo, las transformaciones políticas y económicas que trajera consigo la independencia deberían corresponder a profundos cambios sociales.

Morelos: la revolución radical y popular.

A pesar del duro revés que significó la derrota de Hidalgo y Allende, el anhelo de independencia no podría ser ya sofocado.. La insurgencia dirigió entonces sus esfuerzos hacia dos objetivos centrales: a mejorar su capacidad militar y a constituir un gobierno propio. Es sobre todo en éste último aspecto donde se desarrollaría y profundizaría el debate al seno de las fuerzas insurgentes, y donde alcanzaría su más alto grado de coherencia política de la revolución. El primer intento de gobierno, impulsada y dirigida por Ignacio López Rayón, fue la Suprema Junta Nacional Americana, la cual elaboró el primer boceto de constitución en 1812 titulado Elementos Constitucionales, cuyo contenido básico consiste en la intolerancia religiosa, la proscripción de la esclavitud, la libertad de imprenta, y de comercio y un complejo sistema de gobierno formado por cinco vocales que rotan sus funciones año con año. Para entonces la capacidad militar y política de José María Morelos lo había convertido de manera natural en la principal figura de la insurgencia. Morelos cura de extracción humilde, había sido comisionado por Hidalgo para extender la revolución en el sur. Desde un principio se distinguió en su esfuerzo por superar los errores militares. Ya desde sus primeras proclamas, Morelos retomó los aspectos más avanzados del pensamiento de los iniciadores de la insurrección y en especial de Hidalgo. Conforme se consolida el poder militar insurgente y la lucha ideológica contra el régimen colonial se exacerba: la defensa de los intereses populares y el decidido apego a los principios republicanos se tornan en los aspectos más destacados del ideario de Morelos. Su documento más importante Los Sentimientos de la Nación es la síntesis de los intereses nacionales y populares. En él, junto a la proclamación de la independencia: el principio republicano de separación de poderes, la supresión de los tributos y privilegios y la abolición de la esclavitud, se asientan los preceptos sociales de la revolución. Además Morelos concluye el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana” firmado en Apatzingán en octubre de 1814, el cual asentó los principales postulados que ahí en adelante normarán el quehacer constitucional: la soberanía nacional, forma representativa de gobierno, garantías individuales.


El 5 de noviembre de 1815, Morelos cae preso defendiendo al Congreso. Es sometido a riguroso juicio defendiendo al Congreso. Con este hecho se cierra la segunda etapa de la revolución de independencia, en la que como ninguna otra, se expresaron los intereses populares en un proyecto de nación que buscaba no sólo una patria independiente sino una patria justa.

Las insurgencia resiste.

La muerte de Morelos representó un duro golpe a las fuerzas insurgentes y agudizó sus diferencias internas. Sin poder evitarlo, la lucha armada se dispersó en múltiples frentes en los que figuras como Osorno, Guadalupe Victoria, Mier y Terán y Vicente Guerrero estuvieron desunidos y asilados, no pudieron evitar que el ejército realista se fuera apoderando de la situación. Sin embargo la llegada de Mina y su ejército de españoles, italianos, ingleses a las costas novohispanas significó importante aliento a revolución. El ideario político de Francisco Javier Mina partía de identificar a la monarquía y a los intereses colonialistas como los enemigos comunes del pueblo español y el novohispano. Para Mina, la monarquía española se vendría abajo una vez que se instaurara la libertad económica en sus antiguas posesiones y que en ellas se verificara la tendencia inefable al establecimiento definitivo de gobiernos liberales. La pronta captura de Mina en 1817 dejó de lado muchos de sus ideales.

Guerrero: última opción insurgente.

Guerrero provenía de familia perteneciente a la clase indígena y dedicada al campo. Comenzó su carrera militar bajo las ordenes de Hermenegildo galeana, en diciembre de 1811 asciende a capitán y en 1814 ya figura entre los principales jefes. Del ideario y actitud política de Guerrero destaca su profundo apego a las instituciones heredadas del Congreso de Chilpancingo. El aspecto más destacado en que se hará presente lo que podríamos llamar la herencia de Morelos en Guerrero es su impulso a la democracia popular. Sin embargo, la acción guerrillera tenía límites infranqueables. No podía salir de sus límites regionales y había perdido influencia en el medio urbano. No tenía posibilidades de presentar por sí sólo un proyecto de nación.

La consumación de la independencia.

En el período de 1820-21 se suceden cambios muy importantes en Nueva España, como consecuencia del levantamiento militar encabezado por Riego, que obligó al emperador a jurar la constitución de Cádiz. La idea de independencia prende entonces no sólo en segmentos medios y bajos de la población, sino incluso entre las clases dominantes que ven en la Constitución liberal un peligro para sus intereses. Guerrero aprecia un cambio sustancial en las condiciones para lograr la independencia. Su comprensión del cambio en la correlación de fuerzas se aprecia claramente en las cartas que envía a los jefes realistas. Cuando Iturbide envía su primera comunicación a Guerrero, éste responde, nuestra única divisa es libertad, independencia o muerte. Si este sistema fuere aceptado por usted confirmaremos nuestras relaciones.

Encabezada por las propias fueras realistas, la proclamación de la independencia representó la antítesis de los planteamientos de Hidalgo, Morelos y Guerrero. El Plan de Iguala definía un gobierno monárquico y la conservación de los fueros y privilegios de la iglesia, así como de los empleos a quienes los detentaban. Pero, pese a su marcado carácter conservador y antiliberal, representó un paso importante para el país. Ahora la discusión se centró en el carácter del gobierno: el monárquico que representaba Iturbide, y el republicano, que tenía como adalides a Guerrero, Victoria y otros insurgentes. Del triunfo del Plan de Iguala a la proclamación de la independencia, Guerrero fue mantenido al margen, pero cuando Iturbide se proclama emperador y disuelve el Congreso, en 1823, Guerrero y Nicolás Bravo, encabezan la oposición al régimen

Tomado de Varios Autores. El Pensamiento Político de México. Tomo II. México. Editorial Nuestro Tiempo. 1987, pp-145-173.

GOBIERNOS INDEPENDIENTES: 1821-1855.
Primer imperio mexicano.

La proclamación de la independencia mexicana se había logrado con el firme apoyo que las clases sociales económicamente fuertes confirieron a Iturbide y con la aceptación de O Donojú. El cambio de gobierno colonial al independiente era solamente externo; se rompían las ataduras con la metrópoli, pero se mantenían intactas las internas. La estructura socioeconómica y también la política permanecían inalterables y, en consecuencia, habrían de agudizarse al no tener ya la aristocracia peninsular el freno que le imponía el gobierno español, sino que ahora, respaldada por el Plan de Iguala y el Tratado de Córdoba aumentó la presión sobre los criollos americanos y el campesinado. De las tres garantías ofrecidas por Iturbide, la unión era la única imposible de alcanzar en esos momentos, pues la forma en se realizó la independencia acentuó la división de clases, ante las diversas expectativas que cada facción tenía sobre el futuro. Los grupos menos favorecidos compuestos por los criollos americanos y la clase trabajadora aspiraban, cada uno a su manera, a que se pudiera establecer las reformas económicas y sociales contenidas en los programas de Hidalgo y Morelos, e incluso algunos ansiaban se diera el paso a un régimen republicano de gobierno. Por el contrario, los integrantes de la clase acomodada, terratenientes, comerciantes y funcionarios peninsulares, esperaban que Fernando VII o algún otro miembro de la dinastía borbónica aceptara el trono mexicano, a fin de asegurar la conservación de sus privilegios. El 18 de mayo de 1822 Agustín de Iturbide fue aclamado emperador. Para estar a tono con las monarquías europeas, el emperador fundó la Orden de los Caballeros de Guadalupe, reminiscencia feudal, y de alguna manera, eco del criollismo nacionalista, con la que se pretendía crear una nobleza mexicana que honrara a aquellos militares que habían colaborado en la independencia iturbidista. Al mismo tiempo se agudizaba la situación económica del país, debido a los gastos excesivos con que se mantenía la ostentosa corte imperial, y a las equivocadas medidas económicas que el gobierno tomó tratando de encontrar nuevas fuentes de ingreso. En el aspecto social existía gran desilusión entre las masas trabajadoras y las clases medias, debido a que conservaban casi inalterables los grandes latifundios característicos del régimen colonial, aunque muchas haciendas de españoles habían pasado a manos de propietarios criollos; se conservaba asimismo la explotación del régimen de servidumbre, y en algunas regiones incluso se continuaba con la esclavitud. La población indígena seguía siendo objeto de discriminación y de un rato cruel que en muchos casos dio lugar a sublevaciones. Ante esas circunstancias, sólo faltaba que se diera el golpe de Estado, La acción antigubernamental habría de proceder de uno de aquellos militares formados en la reciente lucha de independencia como Antonio López de Santa Anna.

Alternancia de gobiernos federalistas y centralistas. Crisis interna y graves conflictos con el exterior.

A la caída de Iturbide, el territorio que había integrado el imperio mexicano estuvo a punto de fragmentarse en pequeños países, porque los jefes de algunas provincias se negaban a obedecer al ejecutivo nombrado por el Congreso. La carencia de una Constitución nacional provocaba que en las provincias se temiera la aparición de una nueva tiranía. La única medida para evitar la desintegración del país parecía ser la adopción del sistema federal (reunión de Estados libres y autónomos unidos conforme a los principios de una Constitución general) que buscaba eliminar por completo el viejo orden social y consideraban llegado el momento de instituir la democracia. Por el contrario, algunos temían que el federalismo resultara un cambio demasiado brusco y de graves consecuencias para un país como México, regido hasta entonces por un gobierno central. Estas personas veían la institución de una república centralista como un paso lógico y necesario. En cada una de las dos posiciones contrarias había además un ala moderada que trataba de mediar entre ambos extremos, pero la necesidad que en aquel momento existía para unificar el país ante la amenaza apremiante de los estados separatistas inclinó la decisión del Congreso a favor de la solución que ofrecía el federalismo.

CONSTITUCIÓN DE 1824. PRIMERA REPÚBLICA FEDERAL
El siete de noviembre de 1823 se inauguró el Congreso Constituyente integrado en su mayoría por federalistas, encabezados por Ramos Arizpe, quienes lograron imponerse sobre los diputados centralistas, cuyo líder era Fray Servando Teresa de Mier. El 31 de enero de 1824 fue aprobada la primera Acta Constitutiva de la Nación Mexicana, que adoptaba la forma de república, representativa, popular y federal. El cinco de octubre del mismo año se publicó la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos, establecía una forma de gobierno similar al de la confederación de Estados anglosajones. La Constitución de 1824 consagraba el principio de la soberanía nacional y establecía la división de poderes señalando las facultades de cada uno. El poder legislativo se depositaba en una Cámara de Diputados y un Senado, el legislativo por un Presidente y un Vicepresidente. Se confería el poder judicial federal a una Corte Suprema de Justicia, y el de los estados a Tribunales de Justicia locales. Sin embargo, la Constitución de 1824 no rompía con el pasado, pues continuaba con la intolerancia religiosa y permitía que se conservaran los fueros militar y eclesiástico. Además, no establecía garantías individuales, los indígenas eran incorporados dentro del derecho común, adquiriendo ante la ley una igualdad meramente teórica respecto a los otros sectores de población, pues al convertirse en ciudadanos, aunque se suprimieron los tributos que pesaban sobre ellos, se verían ahora obligados a pagar impuestos y prestar el servicio militar, en tanto que las ventajas y derechos otorgados por la Constitución eran letra muerta para los indígenas, porque al ser analfabetas, carecían de capacidad para disfrutarlos.
Pero la transformación que México necesitaba no residía en un cambio meramente formal de leyes y decretos, que además eran incongruentes con la realidad. La transformación debía ser sustancial, pues mientras persistieran en el orden interno las caducas estructuras semifeudales, era inútil que se intentara adoptar un sistema legislativo y una forma de gobierno originados en países que como Inglaterra, Francia y Estados Unidos habían desarrollado como resultado de procesos históricos señaladamente distintos al de México. Por el contrario, la pretendida alianza entre los grupos de poder: las oligarquías regionales- que con el federalismo lograron la autonomía política-, y las corporaciones eclesiástica y militar- que conservaban sus fueros y privilegios-, constituyó una fuerte contradicción que hizo imposible una estabilidad política duradera.

GOBIERNO DE GUADALUPE VICTORIA.

El primer periodo presidencial en la historia de la República Mexicana, entre 1824 y 1829, estuvo gobernado por Guadalupe Victoria siendo el único periodo que término sin interrupción alguna, no obstante la efervescente situación política que se vivía en el país. Tras de haberse promulgado la Constitución federalista, el nuevo Estado al menos en el aspecto jurídico, se hizo más profunda la división entre federalistas y centralistas, como efecto de las confrontaciones entre las oligarquías y las corporaciones cuyos intereses encontrados dominaron el país en aquellos momentos iniciales de vida independiente. Las primeras formas políticas de agrupamiento de tales intereses fueron las logias masónicas, órganos del liberalismo extranjero que se instalaron en México y ahondaron la ya existente división ideológica entre las facciones políticas representantes de intereses ajenos, que habría de ser funestos resultados para el desarrollo de la joven nación mexicana.

La masonería se había introducido por medio de los liberales españoles que pertenecían al rito escocés. Al instituirse la República éste era el único grupo político organizado, por lo que los llamados políticos provinciales fundaron la logia del rito yorkino con el apoyo de Joel R. Poinsett, diplomático estadounidense., quien pronto imprimió a esta logia una manifiesta y agresiva tendencia antihispanista, muy acorde con la Doctrina Monroe, cuyo autor, el presidente James Monroe de Estados Unidos, se oponía a la influencia que ejercían los españoles en la vida política de México, y sobre todo a los intentos de España por reconquistar sus antiguas colonias americanas, porque esto constituía un obstáculo para los propósitos expansionistas de su país.

En el lado opuesto, la logia escocesa defendía los intereses de los antiguos grupos de propietarios y comerciantes que, junto con las altas jerarquías eclesiásticas habían impulsado la independencia en 1821, y estaban ahora a favor de una reorganización política centralista que les permitiera restaurar su antiguo poder, aunque esto no significaba para ellos una vuelta al pasado colonial, sino la aplicación de un proyecto destinado a recuperar el control de la economía, manejando desde la ciudad de México las redes comerciales del país, como lo habían hecho antes de las reformas borbónicas. Hacia 1824 era ya clara en México la identificación de los españoles y criollos europeos con las logias escocesas, por medio de las cuales estas personas pretendían recuperar el terreno perdido ante la promulgación de la constitución federalista creada por las oligarquías regionales. Ambas logias fueron la base sobre la que años más tarde se formarían los partidos conservador (escocés) y liberal (yorkino). El antagonismo entre ambas facciones provocó continuos levantamientos, uno de los cuales estuvo encabezado por el general Nicolás Bravo, vicepresidente y al mismo tiempo dirigente de la logia escocesa, quién se pronunció en contra de Guadalupe Victoria mediante un plan en el pedía la disolución de toda clase de reuniones secretas, la expulsión de Poinsett y el cumplimiento de la Constitución. Bravo fracasó pero constituyó una clara señal de la profunda división política que existía en el país. En medio de un contexto de reconquista española en 1827.

GOBERNO DE VICENTE GUERRERO.

Al término del período presidencial de Guadalupe Victoria, se puso en evidencia que también existía división dentro del propio partido yorkino, manifestándose una separación entre federalistas moderados y radicales. Las elecciones se realizaron con dos candidatos de este grupo político, los generales Manuel Gómez Pedraza y Vicente Guerrero, pero aun cuando la votos favorecieron al primero de ellos, los radicales partidarios del segundo, inconformes con la elección decidieron imponerse con una rebelión encabezada por Santa Anna, derrocó al presidente electo y colocó a Guerrero en la presidencia en abril de 1929. Guerreo tampoco solucionaría los problemas, los cuales por el contrario se agudizaron el breve lapso que ocupó la presidencia. El problema más agudo era el financiero. La economía estaba en bancarrota. Al desaparecer la amenaza de la reconquista española, el grupo centralista renovó su campaña contra el federalismo en el poder, tras ejercer una fuerte presión sobre Guerrero se vio obligado a renunciar, siendo ésta ocupada por el Vicepresidente Bustamante, respaldado por el grupo centralista.

PRESIDENCIA DE ANASTASIO BUSTAMANTE.

El nuevo gobierno fue abiertamente centralista y se propuso salvaguardar los derechos de propiedad y los privilegios de la Iglesia. Lucas Alamán ocupó otra vez el puesto clave de ministro del Interior y de Asuntos Exteriores. Los objetivos fueron industrializar el país y atraer el capital extranjero para impulsar la minería y revitalizar la agricultura. El gobierno de Bustamante fue hasta cierto punto acertado en sus políticas económicas pero las medidas represivas con que había impuesto el orden crearon gran descontento y propiciaron una nueva rebelión, esta vez de origen federalista por Santa Anna.

PRIMER GOBIERNO DE SANTA ANNA Y REFORMA LIBERAL.

Santa Anna se retiró por enfermedad, como habría de hacerlo repetidas ocasiones en el futuro. Valentín Gómez Farias ocupó el cargo de presidente sustituto y aprovechó la ocasión para poner en práctica los ideales federalistas por medio de una reforma eclesiástica y militar que de hecho, ya se aplicaba en algunos estados de la República. Las reformas de 1833 estaban fundamentadas en el liberalismo mexicano y pretendían incautar los bienes de la Iglesia, suprimir los fueros militar y eclesiásticos, instaurar la enseñanza laica, establecer la libertad de expresión, reformar las órdenes monásticas y dar al gobierno la facultad de distribuir los cargos eclesiásticos. La reacción no se hizo esperar; los decretos anticlericales del gobierno de Gómez Farias eran demasiado drásticos, los centralistas se habían encargado de divulgar entre la población la idea de vincular al federalismo con la influencia estadounidense y la religión protestante, mientras se resaltaba con insistencia la relación entre nacionalismo y catolicismo. En ocasiones surgieron brotes de violencia en el país, Santa Anna regresó y convocó a formar un nuevo Congreso en 1834 , el cual suprimió las reformas liberales y aprobó una propuesta para modificar la Constitución de 1824, a fin de establecer la República centralista.

CONSTITUCIÓN CENTRALISTA

Entre 1835 y 1836 el Congreso centralista elaboró una nueva constitución que se conocería como las Siete Leyes de marcada tendencia conservadora, establecía los derechos y obligaciones del mexicano, reservando la ciudadanía para las personas que gozaran de una renta anual superior a los 100 pesos, o que tuvieran privilegios especiales conferidos por el Congreso. Se creaba un nuevo poder, el Supremo Poder Conservador, encargado de vigilar a los otros tres poderes gubernamentales, se establecía un Legislativo bicameral, el Ejecutivo estaría ahora en un presidente, elegido mediante el voto popular e indirecto, extendiéndose el periodo presidencial a ocho años y el poder judicial se depositaba en una Corte Suprema de Justicia. Se convertía a los estados en departamentos cuyos gobernadores, nombrados por el gobierno central, serían asistidos por juntas departamentales, pues se eliminaba el poder legislativo estatal. Bajo este contexto iniciaba la separación de Texas de México, y la crisis diplomática con Francia ante sus reclamos de deuda financiera hecha por un pastelero afectado por las guerras civiles

SEGUNDA REPÚBLICA CENTRALISTA.

El régimen fundamentado en las Siete Leyes fue derrocado en 1841 por el plan de tacubaya proclamado por el general Mariano Paredes. Al renunciar Bustamente, Santa Anna fue nombrado presidente provisional y se eligió otro Congreso, también centralista, que al crear una Nueva Constitución intentó imprimirle una tendencia liberal, permitiendo la libertad de cultos y de imprenta. Santa Anna, disgustado con los congresistas se retiró a Veracruz dejando a Nicolás Bravo como presidente interino. Se disolvió entonces el Congreso y en su lugar se nombró una Junta Nacional Legislativa que en 1843 elaboró un nuevo código, conocido como las Bases Orgánicas. Mediante estas bases fue instituida la Segunda República centralista, que anulaba el Supremo Poder Conservador creado por las Siete Leyes y otorgaba mayores facultades al ejecutivo, dándole un poder casi dictatorial. Pero este gobierno centralista tampoco logro el orden interno, por el contrario la situación del país era caótica con múltiples y constantes cambios de presidentes. Dicha situación agravó la situación financiera y económica del país. A fines de 1844 Santa Anna fue derrocado por una rebelión y desterrado, la presidencia fue ocupada por José Joaquín de Herrera, quién fue obligado a renunciar por el general Paredes Arrillaga, un católico conservador.

FALLIDOS INTENTOS MONARQUISTAS Y SEGUNDA REPÚBLICA FEDERAL.

Cuando Paredes ocupó la presidencia, la inestabilidad política del país era tal que algunos políticos conservadores, encabezados por Lucas Alamán revivieron la idea del Plan de Iguala de implantar una monarquía con un príncipe europeo en el trono. Se suponía que ese sistema de gobierno, además de garantizar la estabilidad y el logro de la paz, podría constituir una barrera frente al expansionismo estadounidense. Sin embargo, la propuesta monárquica no encontró respaldo popular sino que proporcionó a los federalistas de volver al poder. Regresaron Santa Anna y Gómez Farías y se restauraba la Constitución de 1824, mientras Estados Unidos había declarado la guerra, aprovechando la crítica situación de la política mexicana. Al finalizar dicha guerra comenzó a notarse con mayor claridad la división entre liberales y conservadores. Estos últimos adquirieron fuerza en 1853 y propusieron el retorno del centralismo, recurriendo al caudillo que aunque desprestigiado Antonio López de Santa Anna.

DICTADURA DE SANTA ANNA.

El gobierno dictatorial de Santa Anna iniciado en 1853 acabó de agravar la situación. Tuvo el carácter absolutista que el mismo Santa Anna había criticado años atrás con Iturbide. Se creó una nobleza constituida por altos jefes militares y los altos jerarcas del grupo conservador y de la Iglesia; se dio a Santa Anna el tratamiento de Alteza Serenísima y puso bajo su mando un ejército uniformado. Se organizaban fiestas espectaculares, en las que se rendían honores al presidente como si fuera monarca del periodo absoluto, la situación se agravó por excesivos impuestos hasta los artículos más necesarios, recurriendo a la represión, principalmente sobre los miembros del partido liberal. En sus acciones con el exterior cedió la Mesilla a Estados Unidos por temor a perder más territorio.


RESTAURACIÓN DE LA REPÚBLICA FEDERAL.

Revolución de Ayutla. En dicho plan encabezado por Juan Álvarez se desconocía a Antonio López de Santa Anna, se apoyaba en los principios liberal-republicanos ya sostenidos por la primera república federal. Pero ahora se destacaba la imperiosa necesidad de una reforma radical de las leyes que permitiera una verdadera transformación de la sociedad mexicana, no sólo en lo político sino también en la esfera económica; una reforma que realmente significara para México la incorporación al mundo occidental moderno.

LIBERALISMO.

En México se hacía necesaria una reforma liberal que cambiara las viejas instituciones vigentes desde la época colonial y que los conservadores luchaban por mantener – por un nuevo orden socioeconómico inspirado en el ideario liberal. El liberalismo es una ideología político- económica fundamentada en las filosofías de la Ilustración, que desde el siglo XVIII venían desplazando en Europa a las ideologías medievales sustentadas por el Antiguo Régimen. Esta ideología liberal surgió de la clase social, la burguesía que naciera y se desarrollara con el crecimiento mercantil primero y después con la industrialización y el maquinismo. En el aspecto político se oponía en la creencia del derecho divino de los reyes y en el origen nobiliario de las clases privilegiadas, en lo económico significaba libertad de empresa, libertad de comercio para el desarrollo del Capitalismo.

PRIMERAS LEYES REFORMISTAS

Los liberales mexicanos de la época de la Reforma no constituían una burguesía en estricto sentido socioeconómico, integraban una clase media intelectual que intentaba transformar al país por la vía del acceso al poder político y la reforma legislativa. (ver anexo leyes de Reforma)
Estos primeros ataques dirigidos contra las dos instituciones más poderosas del grupo conservador –la Iglesia y el Ejército- provocaron la inmediata reacción de los integrantes de este grupo, quienes utilizaron la influencia ideológica del clero para incitar al pueblo a la rebelión en contra de las disposiciones del gobierno. No obstante, ello se promulgó la Constitución de 1857, la cual tuvo un carácter liberal moderado, representaba los nuevos ideales del liberalismo europeo caracterizado por una ideología individualista, protectora de los intereses sociales de los creadores del liberalismo. Por lo tanto, la Constitución de 1857 no se adecuaba a la situación específica de México, ni era capaz de aportar soluciones a los graves problemas sociales que afectaban al país.

GUERRA DE REFORMA.

La promulgación de la Constitución de 1857 agudizó los conflictos políticos en el país al provocar una reacción más fuerte de parte de los conservadores, que exigían la total desaparición del nuevo código legal, y aumentó el desconcierto entre los miembros del grupo liberal. Divididos en tres facciones; a) los llamados puros que defendían a toda costa la vigencia de las nuevas leyes; b) los moderados, quienes deseaban suprimir la Constitución y c) un tercer sector mediador, que buscaba una solución por la vía legal y proponía modificar la Constitución para eliminar aquellos artículos perjudiciales a los intereses del grupo conservador, sin embargo, las leyes de reforma continuaron y se promulgaron oficialmente por Juárez en 1859. La guerra de Reforma habría de terminar con el triunfo de los liberales, cuya alianza con los Estados Unidos, pero los conservadores no estaban totalmente vencidos. Desde tiempo atrás se encontraba en el Viejo Mundo una representación de ese grupo y había ofrecido el trono de México a los príncipes de la dinastía reinante española, pero los problemas de España no lo permitieron. Entonces acudieron a Napoleón III precisamente mientras el país se encontraba dividido por la guerra de Reforma y el emperador francés se interesó en apoyar el proyecto de instaurar una monarquía en México y de desafiar el avance expansionista de Estados Unidos en América. Dentro de este contexto se presenta la Segunda Intervención Extranjera de 1862 (ver tratados de la Soledad) y el imperio de Maximiliano de 1864-67, el cual termino con la victoria de los liberales sobre los conservadores al darle prioridad Francia a sus conflictos con Prusia y disminuir su presencia militar en México y las condiciones internas que creó Maximiliano como sus medidas liberales que provocaron su distanciamiento con la Iglesia y los conservadores.

LA REPUBLICA RESTAURADA.

Se ha llamado República Restaurada al periodo comprendido entre 1867 y 1876 cuando daría comienzo una nueva etapa que en la historia se registrará como porfiriato. Durante los nueve años trascurridos se sucedieron los gobiernos de Benito Juárez y Sebastián Lerdo de Tejada con características similares ambos intentaban construir un México Moderno y poner en práctica los proyectos que desde la revolución de Ayutla estaban en el pensamiento de los hombres de la generación de Juárez y en las leyes que elaboraron. Así ya sin tropiezos, el liberalismo mexicano sería una realidad, al menos en lo que se refiere a la forma republicana de gobierno.











Tomado de Gloria M. Delgado Cantú. Historia de México. EL PROCESO DE GESTACIÒN DEL PUEBLO. México. Pearson.1994.
SITUACIÓN SOCIOECONÓMICA:

Durante el período comprendido entre la Independencia y la Reforma no hubo cambios sustanciales en la estructura social de México. La Independencia no benefició a la clase trabajadora ni cumplió los objetivos políticos y sociales del grupo criollo que la había dirigido; en cambio, permitió que las clases privilegiadas aumentaran su riqueza y poder, en parte porque las fortunas de los peninsulares expulsados del país había pasado a sus manos, y en parte porque aprovecharon y aun propiciaron la inestabilidad política interna. En el periodo 1821-1861, la estructura socioeconómica de México presentaba las siguientes características:

LAS CLASES DOMINANTES

a) La Iglesia. El poder económico e ideológico de la Iglesia se mantuvo inamovible, pese a los intentos reformistas de la República federal. El clero nacional constituía una verdadera fuerza económica: controlaba la tercera parte de la tierra cultivable, y sus grandes riquezas le permitían dedicarse también al agio. La Iglesia prestaba con intereses menos gravosos que otro tipo de prestamistas, lo que le dio por resultado que el clero monopolizara el crédito y tuvieran influencia política sobre sus deudores, que por lo general pertenecían a la clase dirigente. Esta actividad prestamista acrecentó en mayor medida la riqueza del clero, que quedaba en manos de unos cuantos individuos de los altos niveles de la jerarquía eclesiástica.

b) Los grandes Terratenientes laicos. Los hacendados cuyos enormes latifundios ocupaban gran parte del territorio nacional constituían, después del clero, una fuerza social de gran peso. Actuaban como si fueran nobles europeos de la Edad Media y mantenían a las masas campesinas indígenas en condiciones de servilismo y sujetas de por vida a la hacienda.

b) Comerciantes e industriales, La clase comerciante ocupaba el tercer nivel de la jerarquía social, era un grupo integrado en su mayoría por extranjeros, franceses e ingleses que acapararon la actividad comercial que tenían algunos peninsulares antes de la Independencia. Este grupo de comerciantes extranjeros gozó de gran prosperidad porque supo aprovechar la libertad de comercio que decretó el gobierno de la República. Junto a esta clase de comerciantes, se desarrolló en el periodo un grupo de industriales, mineros y manufactureros, principalmente de procedencia española, que fue asimilándose a la sociedad mexicana hasta llegar a ser considerados como nacionales. Este grupo luego habría de constituir un buen contrapeso frente a los industriales y comerciantes británicos y franceses.

Las clases medias. Este nivel de la estructura social estaba formado por propietarios de pequeñas tiendas de venta al menudeo., que eran fundamentalmente españoles. Los médicos, boticarios, etc., eran de origen francés. Los pocos mexicanos que podían adscribirse a esta clase media eran abogados o burócratas; entre estos últimos figuraban los militares, que habían adquirido influencia, prestigio e incluso buena posición económica gracias a los puestos que recibían como recompensa por servicios prestados a los contendientes de las incontables revoluciones, y gracias también al contrabando. Puede considerarse en la clase media al grupo formado por los mayordomos de las haciendas, cuya fidelidad al terrateniente los situaba en una cómoda posición.

La clase campesina. La inmensa mayoría de la población estaba constituida de la siguiente manera:

a) Campesinos. Indígenas que vivían en las haciendas en condiciones de servidumbre como peones acasillados, sujetos al terrateniente por medio del endeudamiento, formaban la gran mayoría de la población campesina.

b) Indígenas aparceros. Trabajan las tierras del clero, comprometidos a entregar la mayor parte de la cosecha a la comunidad eclesiástica propietaria de la tierra.

c) Pequeños rancheros. En apariencia libres, pero controlados por el clero mediante los oréstamos financieros a los que tenían que recurrir constantemente.

d) Indígenas propietarios de tierras comunales. Propietarios desde tiempos de la Colonia y que, como aquel entonces, estaban sometidos al gobierno.

Artesanos y obreros. Este grupo se dividía en

a) Trabajadores de las minas
b) B) Obreros de las fábricas: grupo que era el de más reciente formación.
c) C) Artesanos tradicionales: albañiles, aguadores, carpinteros, ebanistas, zapateros, herreros,
d) Vendedores ambulantes que llevaban su mercancía por las calles y plazas de las ciudades






LA PRODUCCIÓN

Agricultura. En todo el período que siguió a la Independencia hasta la Reforma- incluso hasta 1880, la producción siguió siendo agrícola. Esta producción estaba dirigida sobre el autoconsumo regional, con algunas excepciones de hacendados que lograban colocar sus productos fuera de los límites de la región que poseían y dominaban.

Los principales productos eran maíz, frijol y el chile, en menos escala se cultivaban el trigo, el arroz, la cebada, la papa, la caña de azúcar, el algodón, el café, vainilla y el maguey. Además la actividad de las haciendas se orientaba en mucho menor grado hacia la crianza de ganado, que se había introducido en México durante la Conquista, y cuyas técnicas no habían variado mucho. Por otra parte, no había capitales suficientes para emprender una modernización ni para incrementar la producción, no había mano de obra los campesinos emigraban a las ciudades por la insuficiente producción de alimentos en el campo.

La minería. Para la época de la Reforma la importancia de la industria minera había disminuido, a pesar de que continuaba siendo la mayor fuente de riqueza y la que ofrecía al país mayores posibilidades de desarrollo. La producción minera se redujo a consecuencia de las guerras internas posteriores a la Independencia y de la fuga de capitales que éstas provocaron.

La Industria. La industria propiamente dicha no existía en México; todo lo que cabría dentro del rubro producción industrial provenía de talleres artesanales en los se utilizaba una tecnología no mecanizada que se dedicaba a la producción textil. Por otra parte, hacia mediados del siglo XIX, empezó a desarrollarse, como un sector moderno en manos de mexicanos, una burguesía mercantil que fue acumulando capitales que habrían de invertirse en la mecanización de la industria fabril, en la minería y agricultura. Asimismo, este grupo de comerciantes acaudalados se dedicó a la especulación financiera y prestó dinero al gobierno, siempre necesitado de recursos. Esa deuda pública interna provocó que los comerciantes prestamistas se consideraran con derecho a influir en las decisiones gubernamentales, como ya lo hacían los otros grupos poderosos: el clero y los grandes terratenientes laicos.

Las finanzas. Los gobiernos de este período vivieron en una permanente crisis económica. Cada gobierno que surgía de las constantes y múltiples revoluciones, encontraba en quiebra a la economía nacional y el tesoro público, por lo que se veía obligado a recurrir a los prestamistas que egoístamente se aprovechaban de la situación y exigían garantías e intereses exagerados a cambio del capital que facilitaban al gobierno. En consecuencia, el tesoro público estaba siempre enajenado por los prestamistas que además afectaban con hipotecas a los impuestos aduanales, la fuente más importante de ingresos públicos. Esta situación obligaba a los gobiernos a buscar otros medios de obtener recursos, incluso medios ilegales contra las personas particulares, tales como el préstamo forzoso, las contribuciones disfrazadas de voluntarias y hasta atentados directos, estos procedimientos, aunados a la corrupción e incompetencia de muchos funcionarios avivaban el descontento popular y agravaban la anarquía.

EL GOBIERNO LIBERAL EN 1861.

En enero de 1861, cuando el gobierno de Juárez se instaló en la capital, los problemas más urgentes eran: la pacificación del país, que implicaba el sometimiento total de los conservadores; el reconocimiento internacional; la celebración de elecciones para seguir el orden constitucional y la organización de las finanzas públicas.

La pacificación del país. Este era un problema de muy difícil solución no sólo por los conservadores, sino porque entre los mismos liberales existían divisiones, pues no todos estaban de acuerdo con las medidas adoptadas por Juárez, quién había expulsado a tres diplomáticos extranjeros; había decretado además el destierro del obispo de México y de otros prelados inculpados por haber fomentado la guerra civil. Pero aun cuando se formó un nuevo gabinete, continuó la polémica en torno a la presidencia de Juárez, que algunos querían desconocer en su supuesta traición por la firma del tratado MacLane-Ocampo.

El reconocimiento internacional. El aumento del reconocimiento externo era de gran importancia para consolidar el gobierno en el plano de las relaciones internacionales. Juárez afirmó la legitimidad del gobierno liberal aun durante la guerra civil y manifestó al mundo su deseo de amistad. Juárez entabló relaciones con Estados Unidos, Prusia y Francia.

Elecciones presidenciables. El Congreso declaró a Juárez presidente constitucional para el cuatrienio 1861-1865.

Finanzas Públicas. El problema más grande en medio de aquella crisis política era el financiero, debido a la urgencia de conseguir fondos para acabar con la reacción, cubrir los gastos más apremiantes del gobierno y pagar la deuda pública. Los bienes del clero se habían confiscado teóricamente, pero en la práctica, al comenzar a efectuarse la nacionalización en enero de 1861, se encontró que la riqueza eclesiástica valía menos de lo que se suponía y de lo que habían calculado los acreedores ingleses, que en 1856, habían hecho una investigación para evaluar el monto de los bienes clericales con los que México podría pagar su deuda externa. Al conocer el decreto de la suspensión del pago de la deuda, los ministros de Inglaterra y Francia pidieron al gobierno la derogación del decreto y, al conseguir únicamente la promesa de Juárez de reanudar los pagos tan pronto se lograra la estabilidad interior, rompieron relaciones con México. España se uniría poco tiempo después.

Sin haber logrado la paz interna y en bancarrota, México se enfrentaba a una nueva amenaza de invasión extranjera, y en esta ocasión el enemigo era alentado desde el interior por los conservadores mexicanos herederos del sueño monárquico del Plan de Iguala. La deuda exterior en 1861 no eran tan voluminosa como para que la suspensión del pago provocara la intervención armada de los países acreedores.

Las verdadera razón para la Alianza Tripartita contra México y, en última instancia para la intervención francesa que originara el Segundo Imperio, se fundamentan en las luchas hegemónicas de la política internacional y se relacionan con la situación histórica de los países europeos involucrados y también con la de Estados Unidos. Las negociaciones continuarían con los Tratados de la Soledad entre México e Inglaterra y Francia, sin embargo, éste último país continuó con sus planes expansionistas en América. Una vez instaurado el Imperio de Maximiliano, la economía era desastrosa debido al clima de guerra civil. Ya durante la República Restaurad (1867-1876), la economía no presentaba grandes transformaciones sólo destacan algunos programas de industrialización y modernización de México, que en su mayoría no pudieron llevarse a cabo en la práctica por falta de inversiones extranjeras, no obstante ello se puso en marcha el sistema ferroviario con la Vía México-Veracruz que correspondería inaugurar a Lerdo de Tejada en enero de 1973. En 1876 se daría a conocer el Plan de Tuxtepec con el cual empezaría una nueva etapa del liberalismo mexicano ahora bajo la dictadura de Porfirio Díaz (1876-1911).
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TOMADO DE GLORIA M. DELGADO DE CANTU. HISTORIA DE MÉXICO. EL PROCESO DE GESTACIÓN DE UN PUEBLO. MÉXICO. ED. PEARSON. 1994. PAG- 492-532.

Paréntesis sobre un hecho trágico: la guerra con los Estados Unidos.

Pocos acontecimientos en nuestra historia han sido tan graves y tan penosos como la guerra con los Estados Unidos. A menudo recordamos que nos costó más de medio territorio. Y en efecto, así fue. Pero el precio que esa guerra cobró fue mucho más alto, y no puede medirse solamente en términos de kilómetros cuadrados perdidos, riquezas materiales destruidas o siquiera vidas humanas sacrificadas.

La guerra, en sus dos dramáticos episodios, la pérdida de Texas, primero y el conflicto abierto ya con los Estados Unidos en 1846-47, que concluyó con la ocupación de la capital, la derrota definitiva y el despojo de otra gran ocupación del territorio nacional, fue una violenta sacudida, un shock que, de golpe, nos hizo encarar una dura realidad de la que los mexicanos no teníamos plena conciencia.

Desde un principio pudo advertirse, en realidad que Texas podía llegar a ser un problema serio. Mas era tan difícil la situación en la capital y en el centro del país que lo que pasara en una lejana y apartada provincia era algo menor, que no preocupaba grandemente a las autoridades. E incluso el hecho de que el gobierno norteamericano mostrara interés en Texas y aun sugiriera a menudo la posibilidad de que México se la vendiera, era algo frente a lo que bastaba dejar claro que, desde luego tal posibilidad era inaceptable.

Y aunque de momento la guerra de Texas fue vista como un incidente lamentable pero que no amenazaba gravemente a la nación, las cosas se preciputraron y lo que parecía una oportunidad para demostrar la capacidad de México para defender su soberanía en peligro se convirtió en una dolora e irreversible derrota; y años más tarde a raíz de la anexión de Texas a los Estados Unidos, en una guerra de mayor alcance, que acabó de hundir al país en una de sus más profundas crisis. En unos cuantos años todo cambio. Ahora pudo advertirse que México no era, como muchos pensaron, un país capaz de defenderse eficazmente frente a un enemigo extranjero dispuesto a hacer valer intereses por la fuerza. El coloniaje de casi tres siglos, la cruenta lucha por la independencia y las continuas revueltas y golpes militares a lo largo de 25 años, lo habían debilitado enormemente. En rigor era un país atrasado y débil que como antes dependió de España, ahora lo haría de los países capitalistas que se abrían paso con mayor rapidez. Y cuando la guerra estalló como un reto al que debía responderse sin demora y con firmeza, el país demostró que carecía de las condiciones para hacerlo; en efecto no tenía cohesión ni unidad, estaba desintegrado interiormente y su economía desarticulada, su nivel de organización era muy bajo, el pueblo ignoraba lo que ocurría y las clases en el poder, que sí lo sabían, eran débiles, vacilantes, egoístas e incapaces de defender exitosamente a la nación.

Muchas veces se ha dicho que México perdió Texas y después la guerra con los Estados Unidos, a consecuencia de una errónea política. Según algunos, el golpe de estado que acabó con la Constitución liberal de 1824 e impuso el centralismo en 1835-36, fue la causa de que Texas se segregara de nuestro país. Según otros, casi siempre los más conservadores, el débil federalismo, lo artificial de éste y la incapacidad para apoyar y hacer vivir a las provincias más lejanas como partes integrantes del país, fue lo que determinó su desgarramiento. En fin, otros más atribuyen la separación a una errónea política de colonización que admitió en nuestro suelo a protestantes norteamericanos en vez de católicos procedentes de otros países, o bien al hecho de que al abolirse la esclavitud se lesionaron los intereses de los empresarios y latifundistas texanos, y aun a la burocracia, ineptitud abandono y corrupción de las autoridades a las que corresponde hacerse cargo de los asuntos de Texas, o a la incapacidad de éstas para hacer respetar las leyes mexicanas y las medidas de diverso orden que se dictaron a partir del momento en que se empezó a comprender que los colonos yanquis radicados en Texas sí constituían un serio peligro.

Y si bien tales hechos seguramente influyeron de alguna manera en lo sucedido, es evidente que, a la vez, todos fueron secundarios y que la verdadera causa de esas guerras fue un hecho histórico de otra naturaleza y de mayor alcance, a saber: el expansionismo que acompaña al desarrollo capitalista norteamericano, sobre todo en la primera mitad del siglo XIX. Aunque a veces no es fácil descubrir el carácter real de la política exterior de Estados Unidos, porque se la presenta siempre como una política de respeto a la libertad, democracia, justicia etc, abundan los hechos que demuestran que la guerra con México no fue sino la condición para despojar a este país de buena parte de su territorio, y para explotar después indirectamente, a muchos de sus habitantes, y en forma directa a quienes quedaron en el territorio conquistado. Como lo dijera entonces el presidente de Texas, Anson Jones “La guerra fue una consecuencia lógica de la política norteamericana. Los Estados Unidos la hicieron aparentemente para defender a Texas; pero en realidad para poner en práctica los planes de conquista que tenían desde muchos años antes”

Los gobernantes del país vecino no admitieron responsabilidad alguna en la provocación de esa guerra. No sólo eso: incluso llevaron las cosas al extremo increíble de atribuirla a México. En su mensaje al Congreso del 11 de mayo de 1846, el presidente Polk, después de expresar que los Estados Unidos habían tratado de evitar la guerra por todos los medios a su alcance, justificaba el declararla en el supuesto hecho de que México había traspasado la frontera de los Estados Unidos y había invadido el territorio y había derramado sangre norteamericana en suelo norteamericano.

Esa fue la versión oficial del gobierno del país vecino. Y aunque no se aceptó en México ni fue tomada en serio por otras naciones, en este país se insistió demagógicamente en ella hasta acabar por imponerla en la literatura convencional norteamericana, no obstante que aquel gobierno había sido el responsable y la guerra no era un hecho inesperado sino, en realidad, la culminación de una política agresiva mediante la cual Estados Unidos adquiría por fin los ricos territorios que anhelaba.

Fue precisamente el Tratado de Guadalupe-Hidalgo de febrero de 1848, por el que México perdió, además de Texas, Nuevo México y la Alta California. Por todo lo cual recibió, a cambio lo que en rigor era un plato de lentejas: 15 millones de pesos.

Muchos mexicanos, al conocer el Tratado se sintieron profunda y comprensiblemente indignados. Hubieran preferido mantenerse en pie de lucha. Pero las condiciones eran muy adversas. Por ello escribía Justo Sierra al recordar el acuerdo de paz, “un combate más.., habría sido un nuevo desastre y una humillación nueva; y una parte de Chihuahua, Sonora y Coahuila se habrían perdido”.

En otras condiciones, probablemente las cosas habrían sido distintas y el pueblo habría luchado hasta el fin. Mas en el estado en que se encontraban era muy difícil pensar en otro desenlace, pues el pueblo, único que en principio podía cambiar la situación, estaba disperso, desorganizado, desmoralizado, sin armas y sin una dirección capaz para enfrentarse resuelta y victoriosamente al enemigo.
México enfrentaría otra intervención extranjera en 1862 por parte de Francia, sin embargo en dicho conflicto armado, el país lograría imponerse a los proyectos expansionistas franceses al contar con una identidad y conciencia nacional más unida que en la guerra contra Estados Unidos. Por otro lado, las política norteamericanas conocidas como Doctrina Monroe y Destino Manifiesto que desafiaban el poder colonial de Europa en América, contribuirían política e ideológicamente a la expulsión del ejército francés de México
TOMADO DE VARIOS AUTORES. EL PENSAMIENTO POLÍTICO DE MÉXICO. OP. CIT., P-33-45.

TEMA: MOVIMIENTO DE INDEPENDENCIA

ACTIVIDAD: VIDEO: LA ANTORCHA ENCENDIDA

EL ALUMNO EN EQUIPO CONTESTA LO SIGUIENTE:

1.- ELABORA UN VOCABULARIO HISTÒRICO CON LOS DIALOGOS DE LOS PERSONAJES IMPORTANTES: HIDALGO, ALLENDE, ALDAMA, JOSEFA ORTIZ DE DOMINGUEZ, MORELOS.


2.- QUE DIFERENCIAS ENCUENTRAS ENTRE EL PENSAMIENTO DE HIDALGO CON ALLENDE Y ALDAMA, SEGÙN LO OBSERVADO EN LA TELENOVELA HISTÒRICA

3.- ELABORA UN DISCURSO PARA EL 15 DE SEPTIEMBRE HACIENDO REFERENCIA A LO APORTADO EN LA TELENOVELA HISTÒRICA.

4.- ELABORA UN CUADRO COMPARATIVO ANALITICO UTILIZANDO LA LECTURA SOBRE EL MOVIMIENTO DE INDEPENDENCIA Y LA TELENOVELA HISTÒRICA.




Proclamación del Plan de Iguala.

24 de febrero.- Proclamación del Plan de Iguala.
PLAN DE IGUALA
Fragmentos
"Art. 1.- La religión de la Nueva España es y será la católica, apostólica, romana, sin soberanía de otra alguna.
Art.2.- La Nueva España es independiente de la antigua y de toda potencia, aún de nuestro continente.
Art. 3.- Su gobierno será monarquía moderada, con arreglo a la constitución peculiar y adaptable del reino.
Art. 4.- Fernando VII y en sus casos los de su dinastía o de otra reinante serán los Emperadores, para hallarnos ya con un monarca ya hecho y precaver los atentados de ambición.
Art. 5.- Habrá una junta, interín*, se reúnen las Cortes que haga efectivo este Plan.
Art. 8.- Si Fernando VII no se resolviese a venir a México, la Junta de la Regencia mandará a nombre de la nación mientras se resuelva la testa que ha de coronarse.
Art. 9.- Este Gobierno será sostenido por el Ejército de las Tres Garantías.
Art. 11.- Las Cortes establecerán enseguida la Constitución del Imperio mexicano.
Art. 13.- Las personas de todo ciudadano y sus propiedades serán respetadas y protegidas por el gobierno.
Art. 14.- El clero secular y regular será conservado en todos sus fueros y preeminencias.
Art. 20.- Interín* se reúnen las cortes se procederá en los delitos con total arreglo a la Constitución Española.
21.- En el de conspiración contra la Independencia se procederá a prisión, sin pasar a otra cosa hasta que las Cortes dicten la pena correspondiente al mayor de los delitos, después del de lesa Majestad Divina.
22.- Se vigilará sobre los que intenten sembrar la división y se reputarán como conspiradores contra la Independencia.
Agustín de Iturbide.
*Interín= Mientras.

¿La clase dominante de la Nueva España, interesada en llevar a cabo la independencia con el fin de preservar sus privilegios, escogió a don Agustín de Iturbide como el indicado para lograr sus propósitos?
¿El primer obstáculo a salvar estaba representado por don Vicente Guerrero, motivo por el cual Iturbide decide acercarse a quien, hasta el momento, era su más acérrimo enemigo?
¿Con el Abrazo de Acatempan, los ejércitos de Guerrero e Iturbide, se funden en uno solo para dar nacimiento al Ejército Trigarante?
¿Como jefe del Ejército Nacional, Iturbide se dirige en la entonces villa de Iguala, donde elabora y proclama el Plan que lleva el nombre de dicha villa?
¿El Plan de Iguala estableció como forma de gobierno para México, una monarquía?
¿Este Plan no proyectó los ideales de los caudillos insurgentes?
¿Iturbide censuraba a los caudillos y los culpaba de haber ocasionado confusión, disturbios y desgracias al país?
¿Con relación a la colonización española, Iturbide decía que era "creadora de la cultura y portadora de enormes beneficios para la tierra mexicana"?
¿La intención del grupo que apoyaba a Iturbide, incluido el clero, no sólo buscaba separarse de España sino también mantener sus riquezas y privilegios?
¿De hecho se conservaba el mismo sistema del gobierno colonial, pues mantenía en los puestos civiles y militares, a los miembros de la clase privilegiada?

REALIZA:
Una lectura comentada de los fragmentos del Plan de Iguala y de la información que en esta fecha se te presenta. Saca conclusiones.
LEYES DE REFORMA
"Art. 1. El Estado y la Iglesia son independientes entre sí. El Congreso no puede dictar leyes, estableciendo o prohibiendo religión alguna.
2. El matrimonio es un contrato civil. Éste y los demás actos del estado civil de las personas, son de la exclusiva competencia de los funcionarios y autoridades del orden civil, en los términos prevenidos por las leyes, y tendrán la fuerza y validez que las mismas les atribuyan.
3. Ninguna institución religiosa puede adquirir bienes raíces ni capitales impuestos sobre éstos, con la sola excepción establecida en el Art. 27 de la Constitución.
4. La simple promesa de decir verdad y de cumplir las obligaciones que se contraen, sustituirá al juramento religioso con sus efectos y penas.
5. Nadie puede ser obligado a prestar trabajos personales sin la justa retribución y sin su pleno consentimiento. El Estado no puede permitir que se lleve a efecto ningún contrato, pacto o convenio que tenga por objeto el menoscabo, la pérdida o el irrevocable sacrificio de la libertad del hombre, ya sea por causa de trabajo, de educación o de voto religioso. La ley en consecuencia no reconoce Órdenes monásticas, ni puede permitir su establecimiento, cualquiera que sea la denominación u objeto con que pretendan erigirse. Tampoco puede admitir convenio en que el hombre pacte su proscripción o destierro.
En 1855, don Benito Juárez era el Ministro de Justicia y negocios eclesiásticos del gabinete de don Juan Álvarez?
De acuerdo con sus principios, Juárez inicia en esta etapa su proyecto de reforma con relación a la ley de desafueros, es decir, liquidar los privilegios de determinados grupos sociales como el clero y la milicia?
Posteriormente el presidente Ignacio Comonfort tenía ante sí problemas con el pago de la deuda externa y con la fuerte confrontación entre liberales y conservadores?
El Ministro de Hacienda del gabinete de Comonfort, Miguel Lerdo de Tejada, considerado entre los liberales "puros", convenció al presidente de resolver la situación económica mediante la desamortización de los bienes raíces del clero, de los ayuntamientos y de las comunidades indígenas, los que generalmente no eran vendidos, impidiendo al gobierno obtener ingresos, vía impuestos por cambio de propietario?
El 25 de junio de 1856 fue promulgada la Ley de desamortización de Bienes de la Iglesia y de Corporaciones?
Esta ley firmada por Comonfort y Miguel Lerdo de Tejada, entraría a formar parte de la Constitución de 1857?
La desamortización de las propiedades perjudicó principalmente a los indígenas ya que perdieron sus tierras, las que pasaron al latifundismo laico y a especuladores extranjeros?


Sentimientos de la Nación

Texto leído por el secretario de Morelos en la apertura del Congreso de Chilpancingo, el 14 de septiembre de 1813.
1º Que la América es libre e independiente de España y de toda otra Nación, Gobierno o Monarquía, y que así se sancione dando al mundo las razones.
2º Que la religión católica sea la única, sin tolerancia de otra.
3º Que todos sus ministros se sustenten de todos y solos los diezmos y primicias, y el pueblo no tenga que pagar más obvenciones que las de su devoción y ofrenda.
4º Que el dogma sea sostenido por la jerarquía de la Iglesia, que son el Papa, los obispos y los curas, porque se debe arrancar toda planta que Dios no plantó: "omnis plantatis quam non plantabit Pater meus Celestis cradicabitur.
5º Que la soberanía dimana inmediatamente del pueblo, el que sólo quiere depositarla en el Supremo Congreso Nacional Americano, compuesto de representantes de las provincias en igualdad de números.
6° Que los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial estén divididos en ios cuerpos compatibles para ejercerlos.
7º Que funcionarán cuatro años los vocales, turnándose, saliendo los más antiguos para que ocupen el lugar los nuevos electos.
8º' La dotación de los vocales será una congrua suficiente y no superflua. y no pasará por ahora de 8 000 pesos.
9° Que los empleos sólo los americanos los obtengan.
10' Que no se admitan extranjeros, si no son artesanos capaces de instruir y libres de toda sospecha.
11º Que los Estados mudan costumbres y, por consiguiente, la Patria no será del todo libre nuestra mientras no se reforme el Gobierno, abatiendo el tiránico, substituyendo el liberal, e igualmente echando fuera de nuestro suelo al enemigo español, que tanto se ha declarado contra nuestra Patria.
12° Que como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales, que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el jornal de pobre, que mejore sus costumbres, alejando la ignorancia, la rapiña v el hurto.
13° Que las leyes generales comprendan a todos, sin excepción de cuerpos privilegiados, y que éstos sólo lo sean en cuanto al uso de su ministerio.
14° Que para dictar una ley se haga junta de sabios en el número posible, para que proceda con más acierto y exonere de algunos cargos que pudieran resultarles.
15° Que la esclavitud se proscriba para siempre y lo mismo la distinción de castas, quedando todos iguales, y sólo distinguirá a un americano de otro el vicio y la virtud.
16° Que nuestros puertos se franqueen a las naciones extranjeras amigas, pero que éstas no se internen al Reino por más amigos que sean, y sólo habrá puertos señalados para el efecto prohibiendo el desembarque en todos los demás, señalando el diez por ciento.
17° Que a cada uno se le guarden sus propiedades y respete en su casa como en un asilo sagrado, señalando penas a los infractores.
18° Que en la nueva legislación no se admita la tortura.
19º' Que en la misma se establezca por Ley Constitucional la celebración del día 12 de diciembre en todos los pueblos, dedicado a la Patraña de nuestra Libertad, María Santísima de Guadalupe, encargando a todos los pueblos la devoción mensual.
20° Que las tropas extranjeras o de otro Reino no pisen nuestro suelo, y si fuera en ayuda, no estarán donde la Suprema junta.
21º Que no se hagan expediciones fuera de los límites del Reino, especialmente ultramarinas; pero {se autorizan las) que no son de es ta clase (para) propasar la fe a nuestros hermanos de Tierra dentro.
22º Que se quite la infinidad de tributos, pechos e imposiciones que nos agobian y se señale a cada individuo un cinco por ciento de semillas y demás efectos u otra carga igual, ligera, que no oprima tanto, como la Alcabala, el Estanco, el Tributo y otros; pues con esta ligera contribución y la buena administración de los bienes confiscados al enemigo, podrá llevarse el peso de la guerra y honorarios de empelados.
23º Que igualmente se solemnice el día, 16 de septiembre todos los años, como el día del aniversario en que se levantó la voz de, la Independencia y nuestra santa Libertad comenzó, pues en ese día fue en el que se desplegaron los labios de la Nación para reclamar sus derechos con espada en mano para ser oída; recordando siempre el mérito del gran héroe, d señor Miguel Hidalgo y su compañero Ignacio Allende.
Chilpancingo, 14 de septiembre de 1813. losé María Morelos. (rúbrica)'
Información tomada de Morelos y fe revolución de 1810. Ernesto Lemoine, 3 ed, FFyL, UNAM, México, 1990 p.333-334.


'Lecciones de Historia de México Segunda parte' Editorial Ultra México, 1994, 105pp.

Comisión Nacional de los libros de Texto Gratuito, "Lecciones de Historia de México segunda parte ", editorial Ultra, México, 1994, 1005pp.





ACTIVIDAD: PLAN DE IGUALA

1. Realiza la lectura


2. Escribe las ideas principales



3. Indica a quiénes beneficiaba dicho plan



4. Porqué crees que Iturbide planteó dicho proyecto?




5. Qué tipo de gobierno se establecía en dicho plan y en qué consistía?




6. Qué simboliza el “abrazo de Acatempan y que planteamiento tenía cada personaje?



7. Da un comentario personal del tema:

ACTIVIDAD: LEYES DE REFORMA

1. Realiza la lectura


2. Localiza los conceptos importantes


3. Delimita las ideas y compara con algunos preceptos de las leyes actuales


4. Explica la vigencia de las Leyes de Reforma en la actualidad


5. Emite comentarios personales


6. Realiza un dibujo que explique el contenido del documento.